Activistas afroamericanos ponen en su lugar a las hordas racistas del Ku Klux Klan. Acción antifascista.
Cristian, Coordinadora Antifascista Bogotá
“¿Dónde está el imperialismo? Mira tus platos al comer. Estos granos importados de arroz, maíz y mijo; estos son el imperialismo” Thomas Sankara
Últimas noticias han llegado esta vez desde la parte norte del continente, donde un elevado número de ciudadanos afroamericanos, organizaciones por los derechos civiles, colectivos antifascistas y población local se manifestaron en contra de “miembros del grupo nazi Ku Klux Klan (KKK), quienes se encontraban protestando luego que fuera retirada la bandera de la Confederación del Capitolio de Carolina del Sur el pasado 10 de julio”. Así lo informó en su blog la agencia de información internacional Sare Antifaxista.
No es nada nuevo que en esta etapa de crisis planetaria el neoliberalismo apele a estas manifestaciones racistas y discriminatorias para seguir violentando las conquistas históricas del pueblo afroamericano, ya que, a medida que se agudiza la crisis en todos sus niveles, económico, social, político y ambiental, también se agudizan las contradicciones de clase.
Por este motivo hay que poner en cintura el papel que han desempeñado las organizaciones por los derechos civiles y la reivindicación afro en la construcción de una sociedad más justa, acorde a las necesidades de los menos favorecidos.
En recientes hechos el régimen racista de los EEUU, aun teniendo un presidente afroamericano, ha manifestado una desbordada violencia policial en contra de jóvenes negros, en donde el sentimiento de la supremacía racial ha sido un móvil para justificar varios asesinatos, actos que recuerdan aquellos momentos de la historia norteamericana en donde muchos seres humanos padecieron las atrocidades del régimen esclavista de los estados confederados del Sur, que luego sería derrocado en la Guerra de Secesión.
Figuras como Martin R. Delany, la influencia de las ideas abolicionistas de John Brown, el panafricanismo de William Edward Burghardt Du Bois, las ideas de desobediencia civil de Martin Luther King, o la beligerancia de Malcolm X, son algunas de las gentes que nos recuerdan el trasegar de las ideas materializadas en conquistas que aún siguen en pie y que deben seguir avanzando para la definitiva independencia de los pueblos y las ideas.
A manera de dato histórico, López (2009) ha señalado que:
“La situación de la población negra mejoró teóricamente tras el triunfo de la Unión en 1865, donde se logró el fin de la esclavitud, pero no de la discriminación porque la guerra no fue sólo un conflicto entre partidarios del esclavismo y antiesclavistas, sino entre los partidarios de un Norte industrializado que necesitaba que la mano de obra esclava fuese liberada para sus nuevas fábricas, y un Sur agrario y esclavista” (p.3).
Es por ello que desde entonces se sigue promoviendo las luchas por mejorías laborales, educativas, de salud, de vivienda, de reconocimiento y autodeterminación, etc. Pues las nuevas formas de colonización y sometimiento ya no están ancladas a grilletes y látigos, sino que son manifiestas en la falta de acceso a condiciones de vida digna, a oportunidades de progreso, entendidas como el acceso a la cultura universal y el conocimiento, no al acaparamiento excesivo de bienes materiales o rentas financieras.
Pues en la actualidad las cifras de desigualdad en la sociedad americana apuntan a que el afro se encuentran en desventaja frente a los acaudalados oligarcas blancos de las grandes metrópolis. De esta manera, la BBC Mundo en su artículo “Cinco cifras para entender la desigualdad racial de EEUU”, publicado el 25 de noviembre de 2014, argumentaba el porqué de la actual crisis:
-Si bien los afroestadounidenses son el 12% de la población del país, también representan el 40% de las personas encarceladas en Estados Unidos.
-En cifras de 2010, los blancos tienen en promedio seis veces más riqueza que los negros y los hispanos (US$632.000 vs. US$103.000), una proporción que además creció si se compara con el promedio de 1983.
-Además, los hombres negros tienen seis veces más probabilidades de ir a la cárcel que los blancos y 2,5 veces más que los hispanos, de acuerdo con un informe de The Sentencing Project, una institución que aboga por un sistema criminal justo.
-La Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación de Estados Unidos encontró que los estudiantes negros son suspendidos y expulsados tres veces más que sus pares blancos (16% vs 5%) en los colegios.
-Mientras el 73,4% de los blancos tenía una casa propia al finalizar el año pasado, esa cifra era de sólo 43,2% para los negros. La tasa para los hispanos fue de 45,5% y el promedio nacional, 65,2%.
Con este somero análisis es claro que la segregación racial y étnica forma parte de estas nuevas formas de sometimiento, de generación de amplias masas de desempleados y mano de obra barata que alimenta la recomposición de los intereses del imperio capitalista, que también echa mano de movimientos extremistas de corte nazi-fascista para promover conflictos serviles a la eliminación de las resistencias en el mundo, las cuales avanzan contra el nuevo colonialismo y las políticas imperiales de las clases más acaudaladas de América del Norte.
En un acto valeroso el Nuevo Partido Pantera Negra (NBPP) se enfrentó en Columbia, estado Carolina del Sur, al sureste de Estados Unidos el pasado 10 de julio a los seguidores de las políticas genocidas y austeras propias de las ideas confederadas, nazi-fascistas de grupos del “Poder Blanco”.
Referencias:
Cinco cifras para entender la desigualdad racial de EEUU. (25 de noviembre de 2014). BBC Mundo. Recuperado de http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/08/140814_eeuu_desigualdad_racial_ferguson_misuri_tsb
López, P. (2009). Nacionalismo negro en los Estados Unidos y el miedo al “Black Power”. Articulo recuperado de http://www.redvisual.net/pdf/9-10/a8.pdf