En forma un tanto improvisada en cuanto a protocolos de seguridad se reactivan parcialmente diferentes sectores económicos. La población informal ya hace presencia en las calles en busca de un mínimo de ingresos sin mayor protección sanitaria. Existe mucho temor por un rebrote del virus
Iván Posada P.
Varios sectores económicos se aprestan a reiniciar actividades en medio de la incertidumbre del desarrollo de la pandemia en el país. Los distintos modelos matemáticos1 que tratan de predecir la dinámica del proceso apuntan a que el pico de la curva se alcance entre julio y agosto y como aún se desconoce el comportamiento del virus e incluso las formas de contagio, las medidas de las autoridades sanitarias van cambiando en el tiempo, lo que ha generado caos y desgaste de recursos, aparte de la burocracia de las entidades y funcionarios que crean confusión y hasta pánico en muchas ocasiones.
Incierta reapertura
Algunos sectores reiniciaron actividades como la construcción civil, manufactura, alimentos, comercio y por supuesto, el transporte en forma parcial, para mantener la oferta y demanda en unos mínimos, pero también para la seguridad de la salud y vida de los trabajadores. A la fecha cerca de 200.000 empresas de un total de 1.600.000 han reiniciado actividades en forma parcial con los protocolos de rigor. Entre tanto, el sector informal se ha volcado a las calles sin medidas de seguridad o muy precarias en busca de ingresos. De destacar, el papel que han desempeñado los pequeños y medianos agricultores -que en difíciles condiciones- han contribuido con el 75 por ciento de la producción de alimentos para las familias colombianas.
Panorama del desempleo
A finales de mayo y con datos parciales del Dane, el desempleo alcanzó el 19,8 por ciento, lo que se traduce en 5,5 millones de puestos de trabajo perdidos en solo un mes de confinamiento, como consecuencia, la población ocupada se redujo de 22 a 16,5 millones de trabadores. (Ver tabla 1) En Bogotá hubo 500.000 nuevos desempleados y en las capitales de departamento la tasa de desempleo alcanzó el 23, 4 por ciento. Los analistas económicos Cecilia López y Salomón Kalmanovitz consideran que el segmento de desempleados que no buscaron trabajado quedaron por fuera de la estadística (subregistro) por lo que el desempleo real puede llegar hasta el 30 por ciento. Entre tanto los empresarios reducen los salarios de los trabajadores como condición para mantener los puestos de trabajo.
La ayuda gubernamental
El soporte estatal a cuenta gotas para las pymes (pequeñas, medianas y microempresas) es mínimo frente a la necesidad real de mantener los empleos y por ende la demanda y el consumo. Estas empresas generan el 67 por ciento del empleo en el país, y ocupan a cerca de 14 millones de trabajadores. Detrás de la apertura apresurada esta la presión de los gremios de la producción, ya que la experiencia de otros países indica que se apresuraron a reiniciar actividades y el rebrote del virus los obligó a volver al confinamiento.
Pequeños y medianos empresarios
Rosmery Quintero, presidenta de Acopi, la agremiación que reúne a las pymes, asegura que incluso la plena reapertura económica en el corto plazo, no asegura de por si la normalización del ciclo económico (producción – distribución – consumidor final), pues es incierto que lo producido encuentre compradores por la situación de desempleo y falta de recursos de la población. El mismo problema se da a nivel empresarial(macro), en el sentido que no hay certeza de que lo que lo que produzca una empresa sea adquirido por otra en forma de bienes finales o como materia prima, etc. En este contexto de acuerdo a Quintero se necesitan varios años para retornar a la situación antes de la pandemia.
En educación, la ministra del ramo, María Victoria Angulo, insiste en retornar a las clases presenciales en agosto, cuando, de acuerdo a lo expresado arriba coincidiría con el pico de la curva de la pandemia, lo que pone en más riesgo aún a estudiantes y profesores. Fecode, la organización gremial de los maestros, se opone a esta decisión, porque considera que los protocolos del ministerio no son suficientes.
Modelo alterno de salud
El país se apresta así a la reapertura con gran riesgo de retornar a la cuarentena en caso de un rebrote del virus. En solo Bogotá la capacidad de las UCI, unidades de cuidados intensivos, ya alcanzó el 50 por ciento. El profesional de la salud, Sergio Isaza Villa, presidente de la Federación Médica Colombiana cuestionó con mucho argumento la errada conducción de la crisis por parte del ministerio de Salud. Para Isaza Villa la raíz de fondo es la ley 100 y propone un sistema de salud basado en la promoción y prevención de la enfermedad. En forma tajante afirma: “El sistema de salud del país no está preparado para hacer frente a la emergencia” (El Tiempo, junio 14/2020, pag.1.5).
1 Un modelo matemático es la representación de una situación o problema por medio de fórmulas matemáticas para analizar los diferentes componentes de ese problema y las interrelaciones entre esos componentes. Por ejemplo, para el covid-19, la velocidad de propagación del virus; cantidad de infectados, recuperados y fallecidos en un día; capacidad de unidades de cuidados intensivos; cantidad de hospitales, personal médico y paramédico, cantidad de pruebas para detectar infectados; recursos económicos, etc. Con todos estos datos se construyen modelos para calcular, por ejemplo, cuando se alcanza el máximo de infectados, cuantas unidades de cuidados intensivos se necesitan, etc.
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