La movilización del 21 de noviembre recuerda la más grande protesta de las clases populares en la segunda mitad del siglo XX. El semanario VOZ conmemora uno de los hitos más importantes en la historia política de Colombia, 42 años y dos meses después
Redacción Política
“Colosal fue el paro nacional cumplido el 14 de septiembre bajo la orientación de la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia, CSTC, UTC y CTC”, dijo desde su portada Voz Proletaria. Este hecho constituyó en Bogotá y en las principales ciudades, una formidable demostración de protesta contra la carestía, la represión y el estado de sitio.
Todo el despliegue de fuerzas movilizadas por el Gobierno y su Ejército, no pudo contener la completa paralización del transporte en la capital del país, siendo que el presidente Alfonso López Michelsen, en su amenazante alocución del lunes antes de la protesta, había garantizado la normal prestación del servicio, con apoyo de la tropa.
Combates callejeros y toque de queda
En Bogotá, donde los manifestantes enfrentaron en recios combates callejeros en los barrios periféricos del sur, del norte y del occidente de la ciudad, la agresión de los agentes del régimen, el cese laboral en la industria y el comercio revistieron grandes proporciones. No funcionaron los planteles educativos, ni los establecimientos públicos. En Cali, Medellín, Bucaramanga, Barranquilla, Ibagué, Cúcuta, Pereira, Villavicencio y otras ciudades, el paro fue efectivo.
La magnitud de la protesta en la capital obligó al Gobierno a decretar el toque de queda desde las 8:00 de la noche hasta las 5:00 de la mañana, desde el jueves 15 hasta el lunes 19 de septiembre.
Mártires de la revuelta
Como consecuencia de la represión fueron muertos a bala y a golpes de bolillo y culata, entre otros métodos, 26 ciudadanos, 18 de ellos en Bogotá. Entre los muertos figuró la camarada Elda Janneth Morales, mártir de la JUCO, caída en el barrio Atahualpa. El número de heridos fue muy grande y los detenidos alcanzaron a llegar a unos 4.000 manifestantes, retenidos en la Plaza de Toros “La Santamaria” y el Coliseo El Salitre.
Los corresponsales de VOZ de la época hablaron de casi 600 presos en Barranquilla, 150 en Medellín, y decenas en Cali, Bucaramanga, y demás centros urbanos sacudidos por el paro.
Al final de la jornada, el Comité Nacional de Paro, integrado por los presidentes de las cuatro centrales, emitió un parte de victoria en el que exhortaban a las bases a mantener el espíritu de lucha unitaria.
A consecuencia del paro se produjo la renuncia del ministro de Gobierno, Rafael Pardo Buelvas, después de que unas declaraciones suyas, según las cuales solo Turbay Ayala y Gómez Hurtado habrían apoyado al gobierno.
Los trabajadores movilizados reclamaron, en su momento, la caída del alcalde policía Gaitán Mahecha, acusado de propiciar la represión que costó una veintena de víctimas en la capital.