En diálogo con la presidenta de Sindesena, Aleyda Murillo, se explica la visión de esta organización sobre la problemática laboral en esta entidad de formación profesional
Juan Carlos Hurtado Fonseca
@Aurelianolatino
Durante el mes de septiembre pasado, los trabajadores del Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, realizaron una serie de movilizaciones de protesta y denuncia en varias regiones del país, en los que evidencian irregularidades en cuanto a presupuesto, corrupción y el concurso para el nombramiento de instructores y administrativos de la Comisión Nacional del Servicio Civil.
VOZ habló con Aleyda Murillo, presidenta nacional de Sindesena, para conocer su visión de lo que sucede en la entidad y el motivo de las protestas.

Nueva administración
–¿Por qué se han estado manifestando ustedes en las últimas semanas?
–Hay varios temas, pero también hemos manifestado una preocupación porque no se evidencia haya diferencia en la toma de decisiones en procesos como la producción de cargos directivos, entre lo que pasa con el nuevo Director frente a lo que sucedía con Alfonso Prada. Se evidencia que las ternas tenían el aval del director Lizarazo quien básicamente cumplía un mandato de Prada. Eso nos preocupa.
–También hay denuncias por el proceso del concurso para puestos en el SENA, adelantado por la Comisión Nacional del Servicio Civil.
–La Comisión, aunque la Constitución la faculta para el desarrollo de las pruebas, debe contar con el aporte técnico de las instituciones, y considerar que frente a denuncias de irregularidades debe haber una actitud distinta, pero ha sido intransigente, prepotente, dificultando que se resuelvan problemas que se presentan. Por ejemplo, las universidades diseñan unas pruebas que han sido cuestionadas y que se ha podido demostrar que algunas preguntas tenían varias opciones válidas de respuesta, que son inconsistentes, que preguntan sobre documentos inexistentes en la vida institucional, pero la Comisión hace caso omiso y siguen trabajando con información errónea, y se pueden generar resultados equivocados en cuanto a listas de elegibles.
–También se ha dicho que al puntuar las hojas de vida no tienen en cuenta la experiencia de quienes han trabajado en el SENA.
–Hay varios casos, por la manera como quedó redactada la certificación, entonces algunos directivos al momento de certificar dijeron “tal persona se ha desempeñado en la entidad, en el empleo tal y actualmente lo hace”, entonces como no está clara la fecha de inicio y terminación, personas que llevan 20 años han sido descalificadas y excluidas del concurso porque en la lógica de ellos no cumplen el requisito de experiencia docente. Hemos hablado con la Comisión, se han instaurado acciones judiciales, pero muchos compañeros están por fuera del concurso por un problema que es más atribuible a la institución que al concursante, porque es quien elabora la certificación.
–¿Ha habido denuncias de corrupción en ese proceso, sabe algo?
–Hay comentarios pero sin confirmar. Por ejemplo, hay quienes dicen que para la prueba escrita estaban cobrando 14 millones de pesos para garantizar que estuviera en la lista de elegibles, pero sin evidencias reales no podemos hacer denuncias por eso.
Falta dinero
–¿Qué presupuesto, según ustedes, necesita el SENA para 2019?
–Son 3,6 billones de pesos donde están todos los gastos institucionales, tanto de inversión como de funcionamiento, relacionados con materiales de formación, contratación, nómina, infraestructura, convenios, procesos administrativos, equipos, todo. Pero lo que están aprobando está por debajo del valor esperado, han dicho que hay 3,5 billones, pero de ahí hay 92 mil millones que no son de fácil recaudo. Realmente lo que falta son 245 mil millones y lo correspondiente a los recursos para los temporales. Hay que dejar claro que de ahí solo hay 40 mil millones para infraestructura y en los últimos años hemos tenido 180 mil millones para esto, seguimos con varias obras sin concluir.
–En ese punto de las obras, también han denunciado que se han inaugurado obras que no se han concluido.
–Sí, por ejemplo en la regional Amazonas inauguraron una sede porque se estaba cayendo otra que inauguraron en la administración de Darío Montoya. Inauguran la obra desmontando el inmobiliario de otra parte, luego tienen que retirar nuevamente los equipos y lo demás que no es de allí, pero además, esa sede no tiene energía, no tiene aire acondicionado, no tiene conectividad.
En la sede de la 57 en Bogotá tampoco se avanza, no se logra concretar el inicio de la obra, hay problemas con el interventor, con quienes diseñaron los planos, con el constructor y se está perdiendo dinero. Hay presupuestos aprobados para una vigencia específica, ya estamos nuevamente concluyendo año y los recursos que no se ejecutan se van al presupuesto general, luego la entidad no los puede recuperar y para el próximo año, como se había hecho por vigencias futuras, solamente tendremos 40 mil millones, aunque el número de obras sin concluir es grandísimo.
Negociación de pliego
–¿En este momento están negociando un pliego de peticiones con la administración de la entidad?
–Sí, estamos negociando un pliego unificado con cuatro sindicatos más. Mañana (2 de octubre) reiniciamos negociación porque agotamos los 20 primeros días con la anterior administración, pero dado el cambio de gobierno habíamos suscrito un acta de suspensión.
–¿Cuáles son los temas clave de esa negociación?
–Planta de personal, condiciones de seguridad en el trabajo, infraestructura, bienestar y temas de capacitación entre otros. Se ha avanzado poco, no se habían abordado los temas con incidencia presupuestal y así es complicado.
–¿Para cuántos trabajadores es esa negociación?
–Los empleados públicos del SENA con la nueva planta: un poco más de 10 mil, instructores y administrativos que sean provisionales o con derechos de carrera administrativa, pero no entran los trabajadores oficiales ni los contratistas. Aunque la negociación tiene límites hay algunos beneficios a toda la población, incluso para aprendices. La entidad cuenta con 50 mil trabajadores entre contratistas y trabajadores de planta.
La planta de contratistas es de 40 mil, ha crecido mucho por la distribución burocrática que se ha hecho en la entidad. Ejemplos concretos, la Dirección del Sistema Nacional de Formación para el Trabajo, en esta Juan Valdez, quien estaba de director, dejó un número de personas cercanas a él, y el siguiente director no sacó a nadie para congraciarse con el anterior, pero trajo un número similar. Entonces, tenemos el asesor del asesor, el que nunca llega, tres personas con el mismo objeto contractual. Eso es parte de las denuncias que hemos hecho pero que los entes de control han hecho caso omiso.
–¿Qué ha pasado con las denuncias de corrupción en el SENA?
–Nada. Seguimos movilizándonos, denunciando, protestando, esperando que la actual administración fije posición, pero lo que ha dicho es más o menos que eso pasó con otra administración y yo llego a operar distinto. Sin embargo, no puede desconocerse todo el dinero que se ha perdido por hechos de corrupción. Se ha enviado a los entes de control, aunque no pasa nada, ni en la Procuraduría ni en la Contraloría ni en la Fiscalía.