Zabier Hernández Buelvas
@ZabierHernndez
Por ineptitud, lengua suelta y deslealtad con sus amos del norte renunció el tristemente recordado Francisco Santos. Sí, ese mismo que “innovando” propuso las descargas eléctricas contra estudiantes y marchantes de la movilización social. Lo que realmente importa es que el hombrecillo ha puesto un ejemplo que deberían seguir todos los ministros de gabinete y el subpresidente Duque.
El efecto colateral inmediato de esta renuncia es que el hombrecillo podría estar dedicándose a reconstruir una estructura de la que se ha dicho en muchos documentos que él es uno de su creadores, el Bloque Capital de los paramilitares que actuó y según comunicados públicos está listo para actuar en contra de líderes y lideresas sociales, de organizaciones no gubernamentales y de derechos humanos, partidos políticos de oposición y críticos del Gobierno e instituciones públicas de justicia y control.
Francisco Santos aparece en los expedientes que dan cuenta de las versiones libres dadas en el programa de Justicia y Paz por sus antiguos aliados paramilitares como Salvatore Mancuso, quien el 15 de mayo 2007 testimonió sobre la creación del Bloque Capital a finales del 2000, versión en la que aseguró: “dentro de la estrategia de obtener reconocimiento político y expresarnos a la nación, el comandante Castaño organizó la búsqueda de puentes hacia los medios de comunicación con la intención de mostrar la realidad y buscar aliados que estuvieran de acuerdo con nuestra ideología de autodefensas, motivo por el cual conocí al entonces periodista Francisco Santos”.
La participación efectiva de Santos en este plan criminal se habría concretado en una “reunión en la vereda del Volador, en Córdoba (en 1997), a la que lo invitó Carlos Castaño y en la que estaba el exvicepresidente Santos”. El subpresidente Iván Duque afirmó que “Pacho Santos puede seguir colaborando en otros frentes”. ¿Será en otros frentes de los paramilitares? En junio de 2019, resurge el Bloque Capital Águilas Negras en Bogotá amenazando a líderes y lideresas en las localidades Rafael Uribe Uribe y San Cristóbal.
El otro efecto colateral es que el hombrecillo llegara ahora desde la “sociedad civil” a reforzar las hordas antichavistas, antipetristas y antihumanistas del Establecimiento y seguramente a “innovar” en la lucha antidemocrática.
Y el tercer efecto colateral es el de llegar a reforzar a Uribe en el relanzamiento del proyecto paramilitar, en las chuzadas y en su cruzada para salvar a Andrés Felipe Arias.
Aunque muchos funcionarios de este Gobierno debieran renunciar por corruptos y criminales. A la renuncia del hombrecillo innovador, debemos sumar en pocos días las renuncias de las ministras del despacho Gloria María Borrero de Justicia, Nancy Patricia Gutiérrez del Interior y de Ricardo Lozano de Ambiente, por ineptos, por no ser de los consentidos de Uribe y por no estar al nivel de los designios del Puesto de Mando Unificado antihumanista uribista, de negar todo, hasta la vida misma.
Es claro que las crisis de gabinete no generan escenarios de reales cambios en una perspectiva democrática, menos aún en un gobierno caracterizado como de ultraderecha como el de Duque. Pero sí es necesario fustigar con la crítica y el debate público para profundizar el desgaste de un gobierno con el que la movilización popular y social sostiene una de las batallas más fuertes de la última década, el gran Paro Nacional que desde el 21N se ha sostenido y avanza hacia una verdadera época de cambios importantes en nuestro país.