
Adriana Quintero
El pasado 8 de octubre, trabajadores de Rappi, Uber Eat y Didi entre otros de ciudades como Bucaramanga, Cali, Medellín, Barranquilla y Bogotá, participaron del paro internacional de repartidores que se realizó en 36 países y que recibió el respaldo de 60 organizaciones. En Bogotá el punto de encuentro fue la calle 85 con carrera 15, su recorrido inició alrededor de las 10:30 de la mañana y tuvo como destino el Ministerio de Trabajo.
El objetivo principal de esta manifestación fue hacer un llamado al Gobierno nacional para que gestione una mesa de negociación con las diferentes plataformas digitales, con el fin de mejorar las condiciones precarias en las que se encuentran laborando alrededor de 200 mil repartidores en Colombia.
El Movimiento Nacional de Repartidores de Plataformas Digitales, liderado por Andrés Barbosa, anunció la creación del sindicato Unión de Trabajadores de Plataformas apoyado por la Central Unitaria de Trabajadores, CUT. Según Barbosa, “nace por la inconformidad de miles de trabajadores y trabajadoras de las plataformas que son precarizados, injustamente bloqueados de las aplicaciones y desechados”.
Fabio Arias, Fiscal de la CUT, manifestó su apoyo a los repartidores: “Expresamos total respaldo y nos unimos a la protesta que le hacen al Gobierno para que les exijan a los señores de Rappi y demás plataformas digitales que atiendan sus reclamos. No puede seguir desconociéndose en el país que ellos son trabajadores que merecen tener un empleo con ingresos dignos, seguridad social, salud, pensión y riesgos laborales”.
Según Andrés Barbosa, entre las injusticias cometidas por las plataformas, “están las tarifas mal pagas, los bloqueos injustificados para vender maletas a precios descomunales, el no pago de prestaciones como la salud y riesgos laborales. Muchos de los repartidores sufren accidentes, se contagian de Covid-19 y nadie responde, tampoco se pueden defender si un cliente pasa una queja porque sencillamente los bloquean, les hurtan las propinas y se quedan con las vergonzosas ganancias a costa de la vida y la salud de los trabajadores”.
En rueda de prensa el 7 de octubre Barbosa hizo una denuncia pública “Hemos recibido amenazas de distintas aplicaciones, en donde dicen que las personas que salgan a protestar las van a bloquear, esto es una violación a la libre expresión y a la protesta que es un derecho fundamental y universal, pero como el Gobierno no nos reconoce como trabajadores, sencillamente estas empresas nos vulneran nuestros derechos”.
Ese mismo día Barbosa añadió “nos oponemos como unidad a que se nos catalogue como colabores de unas aparentes economías colaborativas, en Colombia al igual que en el mundo, estas plataformas derivan sus ganancias por medio de la explotación de cientos de miles de hombres y mujeres que trabajan sin descanso ni protección por ingresos miserables. Hago un llamado a la lucha para que empecemos hoy a persistir, a resistir y no desistir por nuestros derechos”.
No obstante, un día antes de la marcha Mauricio Rubiano Bello director de los derechos fundamentales del trabajo del Ministerio del trabajo envió un comunicado a Andrés Barbosa en donde expresó, “en atención a su amable solicitud, me permito convocarlo a una sesión de asistencia técnica en diálogo social con el fin de escucharlos y brindar las orientaciones correspondientes”.
Para Barbosa, respuesta del Gobierno “es fruto de salir pacíficamente a las calles, del trabajo colectivo, de la unión. Esto es una muestra más de que mañana 8 de octubre debemos salir a las calles, ya que seremos escuchados, debemos demostrar que somos miles los inconformes y queremos soluciones”.
En conclusión, a la jornada del paro internacional y por medio de su cuenta de Facebook, Barbosa expresó “por mi parte agradezco a todas las personas que se movilizaron a nivel nacional e internacional por su coraje y pasión, también a los miles de compañeros que participaron de la huelga tecnológica y que justificaron su abstención de salir a las calles, por temor a bloqueos ya que este fue uno de los mecanismos de intimidación por parte de estas empresas, para opacar las manifestaciones”.
Barbosa también agregó “quedó demostrado en el desolador jueves 8 de octubre que un 70% de domiciliarios a nivel nacional no trabajaron y se desconectaron desde sus casas en apoyo a la protesta, el 25% salió a las calles en todo el país y el otro 5% decidió trabajar para suplir sus necesidades con la intención de hacer el bono, que fue un total engaño, ya que ahí si abrieron las zonas a todo el mundo para que nadie lo lograra y fuera un reto total para los que los hicieron”.
Por último, Barbosa afirmó “el 14 de octubre de 2020 se realizará la primera sesión de diálogo con el Ministerio de Trabajo para la instalación de una mesa de negociación con las empresas de plataformas digitales, siendo Rappi S.A.S la primera a la que se le hace el llamado”.
Por otra parte, las centrales obreras esperan que los repartidores se unan al paro del 21 de octubre para continuar exigiendo sus derechos. Los dirigentes de las manifestaciones asistirán y realizarán la convocatoria para que los repartidores que quieran participar lo hagan.