Central Unitaria de Trabajadores
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La CUT respalda el paro nacional de los paneleros desarrollado el 28 de junio, en defensa de sus ingresos y en busca de medidas reales que contribuyan a solucionar la situación económica del sector que los mantiene en una grave crisis.
El problema de los paneleros continúa profundizándose. La caída en los precios de venta del producto llegó a una situación en la que ya, varios municipios reportan que algunos fines de semana, ni siquiera se las compran, ya que no ha habido quien lo haga.
Los paneleros exigen del Gobierno nacional condonación de las deudas, suspensión de las importaciones de azúcar, jarabe de maíz y etanol, rebajas en el precio de los insumos, compras estatales de panela, precios de compra dignos estables y remunerativos, que no se sancione la Ley 156 de 2018 Senado y que hagan intensas campañas que aumenten el consumo y ayuden a salir de la crisis.
La CUT llama al Gobierno nacional a atender los justos reclamos de los paneleros, cuya crisis afecta a más de 350 mil familias solo en los departamentos de Santander y Boyacá.
La panela hace parte de la cadena productiva del dulce. En ese sentido compite con el azúcar, el jarabe de maíz y otros endulzantes. Por efecto de los tratados de libre comercio, el país está importando azúcar, jarabe de maíz y, de contrabando, entra panela producida en los países vecinos. Pero, el principal problema es que, de la caña azucarera se hacen también alcoholes; uno de ellos es el etanol para mezclar con gasolina y mejorar la calidad del combustible.
Sin embargo, para los paneleros es muy grave que el gobierno Santos haya decidido, en 2017, autorizar importaciones de etanol. Eso ha conducido a que se haga más azúcar, y a la producción de panela falsa, ya que se está derritiendo el azúcar sobrante para mezclarlo con miel de purga en los derretideros. También ha llevado a que se haga más panela verdadera, en ingenios que violan la Ley 40 de 1990, inundando el mercado, bajando precios de compra al sobrar panela y llevando a la quiebra a los productores paneleros que son la parte más débil de la cadena productiva de la caña.
La crisis de ingreso supera los 18 meses y ha ocasionado que miles de paneleros no puedan atender los créditos que tienen, ni mejorar sus trapiches y cultivos e, incluso, a tener que dejar de moler, perdiendo su ingreso o, a moler sus cañas para vender la panela a bajos precios, lo que también los lleva a perder su producción y trabajo.