Retos y perspectivas hacia el 16 Congreso Nacional de la JUCO

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Redacción Juvenil

Este fin semana se llevará a cabo la versión número 16 del Congreso de la Juventud Comunista Colombiana en la ciudad musical de Colombia. Delegaciones de todo el país se preparan para arribar con alegría y entusiasmo al magno evento, convencidos de la necesidad de trabajar por las transformaciones sociales que requiere la sociedad colombiana.

“A Sumar Por la Esperanza, la Democracia y la Paz” es la consigna que convoca el Congreso y no puede ser diferente la tarea que introduce.

Sumar, juntar, unir las diversas y variadas expresiones del movimiento juvenil será uno de los retos del momento; superar la dispersión de las iniciativas y apuntar a la rearticulación de un movimiento juvenil por la paz y los derechos juveniles, es una de las principales apuestas de la JUCO. La unidad como principio revolucionario capaz de interpretar las dinámicas de lo juvenil para potenciar su capacidad transformadora hacia objetivos comunes en la búsqueda de la paz y de conquistas propias para la juventud.

Por la Esperanza, porque nadie más que las y los jóvenes tienen la autoridad para plantear a Colombia y el mundo entero que por más adversas que puedan ser las condiciones del momento político, siempre será posible cambiar la situación y alcanzar conquistas que materialicen sus sueños. La juventud está llamada a no dejar de creer, no como un acto de fe sino basados en la idea de que las cosas cambiarán producto del trabajo abnegado, alegre, creativo y transformador que las caracteriza.

Seguir luchando por la paz reafirmando el postulado de la salida política al conflicto, teniendo en cuenta que para la mayoría de los colombianos la paz  aún no se logra dimensionar ni en su condición histórica, ni política, ni cultural. Será deber las jóvenes generaciones dar pasos entre los claroscuros de la paz, siendo consientes de que sigue siendo un escenario en disputa y que las elites que gobiernan el país han demostrado que harán hasta lo imposible por que la paz que se imponga, sea la que a sus tasas de acumulación y predominio de clase les convenga.

Esto significa que paradójicamente los jóvenes debemos librar sendas batallas por la paz de los excluidos y que estas deben ser amplias y decididas en la organización y movilización de los jóvenes en la noble causa de no retornar al pasado, donde los jóvenes morían a granel en los campos de batalla. Los jóvenes comunistas debemos asumir que la paz no será la capitulación de la buena voluntad de las élites sino el resultado de una amplia batalla por materializarla.

Recuperar la calle con potencia transformadora será otro de los retos del actual momento. El régimen de ultraderecha que se ha instalado en la casa de Nariño ya señaló, en medio de su cinismo, el alcance de sus aspiraciones que no son otras que estrechar las mínimas garantías que se abrieron formalmente con los acuerdos de paz. Por lo tanto, la JUCO debe retomar sin vacilaciones su papel histórico en las luchas juveniles contra todo tipo de militarismo, tanto del que pretende encenderse de nuevo en medio de una conflagración interna, como del que es azuzado por las facciones más reaccionarias del gobierno contra la hermana República Bolivariana de Venezuela.

La retoma de las calles compromete entonces un espíritu unitario con todos los jóvenes y sus expresiones organizadas que asumen la necesidad de juntar fuerzas por alcanzar conquistas sociales tanto para los jóvenes como para el conjunto del pueblo colombiano en general. La JUCO debe plantearse pasar de movilizaciones defensivas donde se rechazan los avances del régimen, en materia económica, política y social, a movilizaciones y luchas juveniles con capacidad de convocar y aglutinar nuevas fuerzas que se encuentran remozadas para pasar a una fase de ofensiva que permita poner al régimen contra las cuerdas e ir ganando posiciones en la lucha por la revolución.

Este congreso nos llama a fortalecer y consolidar la construcción de una organización leninista que, soportada en sus principios organizativos, sea capaz de mantener su orientación revolucionaria. La JUCO como cantera de cuadros del PCC y como escuela de la revolución, no puede por menos, hacer del 16° Congreso un escenario para reafirmar esta línea manteniendo siempre la orientación de la construcción del socialismo; esto implica reconocer importantes desarrollos que la organización ha generado en materia territorial, a partir de su integración a las luchas sociales y territoriales.

La geopolítica del conflicto armado ha derivado en la geopolítica de los conflictos sociales, por lo cual los jóvenes comunistas debemos aportar con nuestra experiencia organizativa y política a potenciar las luchas y contradicciones contra el capital que se ha instalado en los territorios, por lo tanto la JUCO en su máximo evento nacional debe privilegiar debates con perspectivas de lucha política y revolucionaria, que nos permita asumir los grandes retos que nuestro tiempo nos demanda, en materia de unidad social y popular por las transformaciones estructurales del país y por la potenciación y organización de las fuerzas que desatarán estas transformaciones con el importante acumulado que dejó la pasada contienda electoral. Bienvenidos todos y todas las camaradas, que al unísono llegamos “A sumar por la Esperanza, la Democracia y la Paz”.