Tras las elecciones en segunda vuelta, para la escogencia de autoridades municipales en Francia, la izquierda propinó una paliza al partido de gobierno del presidente Emmanuel Macron. Los verdes obtuvieron significativos triunfos y en alianza con socialistas y comunistas alcanzaron las alcaldías de al menos tres ciudades principales: París, Lyon y Marsella, e incrementaron la presencia en los gobiernos municipales de numerosas ciudades. El macrismo obtuvo el gobierno en una sola ciudad importante. La jornada mostró además el hastío social ante una clase política incapaz de generar proyectos de país, de cara al electorado. Apenas el 41 por ciento de los votantes acudió a las urnas.