Sara Zapata
@sagaza91
Mientras EPM hace ruido mediático celebrando la cota de 415 metros sobre el nivel del mar, el riesgo y la zozobra continúan para las miles de familias en las riberas del río Cauca. Desde hace casi dos meses alrededor de 400.000 personas enfrentan la alerta roja y naranja en los municipios del área de influencia del proyecto Hidroituango.
Esta semana el movimiento Ríos Vivos Antioquia realizó una gira de incidencia en Bogotá para interponer diferentes recursos jurídicos que ayuden a encontrar soluciones dignas para las miles de familias que no cuentan con una atención oportuna que restituya sus derechos.
“Río arriba, río abajo, ¡nos quedamos sin trabajo!”
Esta es la consigna de las comunidades afectadas por la construcción de la represa desde hace siete años, y que hoy es censurada por los ejércitos de seguridad de la EPM en los territorios. Durante una rueda de prensa, integrantes del Movimiento Ríos Vivos contaron, visiblemente afectados, todo el trasegar durante este tiempo de desplazamiento.
William Gutiérrez, víctima de los paramilitares y presidente de la asociación de pescadores y mineros artesanales de Puerto Valdivia, denunció presiones por parte de EPM antes de su viaje a Bogotá y contó sobre la situación en los albergues, “estoy viviendo un desastre, una cosa que no la había vivido ni con el desplazamiento en 1997 por el Bloque Minero donde me fui a la ciudad a vivir casi como indigente, ¿por qué no declaran calamidad pública en donde los ranchos están destruidos y solos, los animales aguantando hambre?, lo perdí todo, ¿cómo me voy a mantener en una casa que me dé la empresa, si yo allá no puedo trabajar lo que sé?, estoy buscando quien me adopte”.
Por su parte Milena Flores, lideresa de la Asociación de Víctimas y Afectados por Megaproyectos, contó que la actividad económica en municipios como Briceño, Tarazá y Cáceres es nula, “este proyecto le cambió la forma de vida a casi todo el cañón, las playas donde íbamos a barequear están inundados por encima de 150 o 200 metros aguas arriba, no nos han dado opciones. El río Cauca tiene unos hijos, barqueros, areneros, arrieros”.
Ríos Vivos: la resistencia ante la amenaza y la censura
La zona de influencia del proyecto hidroeléctrico Hidroituango, ha sentado sus bases en medio de poblaciones víctimas del conflicto y la persistencia de grupos sucesores del paramilitarismo, que en este momento hacen presencia en la región y estigmatizan y amenazan a el movimiento social; no es casual el asesinato de dos líderes de Ríos Vivos, días antes de que iniciara la emergencia.
Denuncian que las autoridades no atienden a la dinámica del conflicto armado, integrantes de bandas criminales, paramilitares y excombatientes conviven en un ambiente de tensión y sin garantías; se están presentando brotes de enfermedades por la mala alimentación recibida que no corresponde a la dieta rutinaria de las familias. “La empresa controla la seguridad en los albergues, censura la opinión de los afectados y se mete hasta en la intimidad de las familias, a las niñas las están obligando a usar métodos de planificación y llegaron a prohibir las relaciones sexuales.” declaró Isabel Zuleta en compañía de otros cinco líderes de la región.
Mauricio Madrigal, de asociación de mineros de Valdivia afirmó que EPM le miente al país y al gobierno, denunció las dificultades que las comunidades hablen, se ha censurado a los medios de comunicación, principalmente a los internacionales y los alternativos, ya que los grandes medios de los empresarios colombianos como RCN y Caracol, son atendidos prioritariamente por la EPM y controlan la información. “Están invisibilizando a los habitantes presa arriba, ya que no están recibiendo ningún tipo de ayuda, ni albergues ni alimentación; este tipo de cosas no se cuentan en los medios Somos barequeros artesanales, conocemos el río.”
Líderes y lideresas expresaron su preocupación por las 10 millones de personas que dependen del río Cauca desde el nacimiento hasta la desembocadura macrocuenca en el océano Atlántico. Quienes se han visto afectados por perder su empleo y sustento, no están siendo incluídos en algunos censos municipales.
“No hemos tenido participación, nos han estigmatizado desde el PMU a los integrantes de Ríos Vivos, Cecilia Muriel, fue maltratada y sacada de los albergues por pertenecer a la organización, les dan menos mercado y ayudas, la EPM no permite y calla la oposición al preciado proyecto.
“El proyecto no es viable, es un desastre que hoy no se diga de frente que no hay manera de salvarlo, insisten en acabar con la vida en la región, no cabemos los dos en los territorios, somos la gente o es el megaproyecto” expresó la vocera de Ríos Vivos Isabel Zuleta.
Las acciones
El pasado 15 de junio, el MRVA, con el apoyo del Colectivo de abogados José Alvear Restrepo presentaron una solicitud de medida cautelar en el Consejo de estado para que suspenda provisionalmente la licencia ambiental y se pueda dar un manejo prioritario a la emergencia y no sigan avanzando los riesgo para los derechos colectivos de las comunidades, situaciones que se vienen denunciando tiempo atrás y que demuestran la falta de aplicación del principio de precaución.
Las organizaciones que conforman Rios Vivos en Antioquia también radicaron una queja al Banco Interamericano de Desarrollo,organización que apoyó la construcción del megaproyecto.
También se entregaron 35.000 firmas ante la Procuraduría General de la Nación avalando un comunicado donde se respalda a las comunidades y se exige la investigación disciplinaria y penal a Hidroituango EPM por violación de derechos.