El recorrido y las duras etapas en la vida de la directora técnica del equipo femenino de ciclismo Colombia Tierra de Atletas -GW Bicicletas
Adriana Quintero
Rocío Parrado hizo parte del equipo argentino de ciclismo Weber Shimano Ladies Power con el que se posicionó, en el año 2017, como campeona departamental de contrarreloj y ruta, carrera disputada en La Vega, Cundinamarca. Ese mismo año también quedó campeona de la vuelta a Antioquia. Debido a su gran desempeño y profesionalismo como ciclista, fue nombrada por el Ministerio del Deporte en octubre del 2019 como Directora Técnica del equipo femenino Colombia Tierra de Atletas – GW Bicicletas.
“Amante del ciclismo y ciclista de toda la vida”, así es como se define Rocío, quien comenzó a dar sus primeros pedalazos a la edad de cuatro años, y aunque de niña no lo veía como un deporte, si despertó gran afición por la bicicleta.
La oriunda de Madrid, Cundinamarca, tiene 37 años, es hija de Pedro Vicente Parrado y de Carmenza Guarnizo, tiene una hermana de 21 años llamada Paula Andrea Parrado quien junto con su novio Armando Cárdenas han sido pieza fundamental a lo largo de su carrera.
De la afición al deporte
A los 10 años Rocío ingresó a la Escuela de Ciclismo de Madrid, Cundinamarca, y es en ese momento en el que inicia su formación como deportista con la ilusión de llegar a ser una de las mejores ciclistas del país y algún día poder correr en el exterior.
Impulsada por su padre, un reconocido electricista automotriz en Madrid, quien a su vez se convirtió en su primer preparador físico, Parrado comenzó sus entrenamientos de alta intensidad por las calles de su municipio, mientras su madre se quedaba a cargo del negocio familiar. Ellos fueron sus primeros y mayores patrocinadores.
“Yo todo lo que tengo se lo debo a mi familia, a mi papá y a mi mamá. Mi papá ha sido el que siempre me ha impulsado, él fue el que me metió en este cuento del ciclismo, él era el que estaba ahí a mi lado. Me acompañó en las buenas y en las malas, porque siempre son más las malas que las buenas, son más los días que tú lloras, los que te sientes decepcionada, que los felices”, expresa con emoción Rocío.
En el inicio de su carrera hace 25 años, fueron muchos los obstáculos que tuvo que pasar, comenzando porque el ciclismo femenino no tenía mucho reconocimiento y eran muy pocas las niñas que se dedicaban a este deporte. Todas las competencias en las que participaba eran con niños, sin embargo, esto jamás fue un impedimento, al contrario, la animó a estar más dedicada.
Durante su difícil travesía, ya en categorías como juvenil, prejuvenil e incluso élite, Rocío pedaleó muy pocas carreras, así que decidió combinar el ciclismo con sus estudios porque recuerda que su papá le decía: “El ciclismo es muy chévere, pero si no prospera, también debes tener una carrera universitaria”.
La etapa triste de su carrera

Desde siempre, Rocío se caracterizó por el gran esfuerzo con el que se consagraba en sus entrenamientos, puede que su kilometraje no fuera el mismo de un hombre, pero no significaba que no pedaleara con la misma dedicación. No obstante, para ella el hecho de que no hicieran competencias, “fue una época negra para el ciclismo femenino”.
Expresó que a lo largo de su carrea profesional ha tenido que pasar épocas muy malas y regulares, pero que en ese entonces vivió las más feas de su vida porque no le pagaban, “tú veías que a los hombres les pagaban y a las mujeres no, a un hombre le pagaban un millón de pesos y a una mujerle daban un secador de pelo o un osito de peluche, ese era el premio, en lugar de darte una camiseta de ciclismo te daban una camiseta de fútbol. Esa época fue fea para todas las ciclistas porque estábamos luchando para que el ciclismo femenino saliera a relucir y tuviera visibilidad”.
Al principio de su carrera, Rocío sintió la discriminación ya que por ser mujer no contó con los mismos apoyos económicos que le dan a un hombre para practicar este deporte. “Gracias a Dios” tuvo el apoyo incondicional de su familia, a quien les debe la ciclista exitosa que es.
Desafortunadamente, antes las ciclistas no contaban con dirigentes que se interesaran en ellas como deportistas. Rocío tuvo que darse a conocer por su cuenta y manifiesta que en sus inicios vivió una etapa muy triste de su vida porque se cuestionaba sobre lo que estaba haciendo, ya que el ciclismo le apasionaba, pero sentía que no iba a vivir nunca de él.
No obstante, años más tarde la vida misma se encargaría de demostrarle que sus esfuerzos y lágrimas no habían sido en vano, y que a pesar de lo injusto de no obtener el mismo reconocimiento que un hombre, sípodía llegar a vivir del ciclismo con algo más digno que “estarse humillando por unas medias, por un uniforme, por unas ruedas porque no se tenía, pero ahora todo ha mejorado, al menos tenemos carreras y hay más equipos”, agregó la ganadora de la primera etapa de la Clásica Ciudad de Bogotá, 2013.
El inicio de sus años de gloria
Hacia el año 1996 Rocío comenzó a destacarse en Colombia. En ese entonces corrió el campeonato nacional y ganó la contrarreloj representando a Cundinamarca, allí obtuvo la medalla de oro y quedó subcampeona de la ruta. Desde ese entonces incorporó dentro de sus entrenamientos la pista y las pruebas por puntos en las que se desempeñaba muy bien.
Otras de las competencias en las que se destacó la cundinamarqués fue en el Tour Femenino colombiano, carrera que para el año 2007 era la más importante del país, donde quedó subcampeona. En el 2011 ocupó el primer lugar de la Clásica Funza y fue ganadora de la contrarreloj individual.
En el 2012 ganó la tercera etapa de la vuelta a Costa Rica, en la que arribó después de recorrer 102 km en fuga. Rocío cuenta que fue una etapa muy dura porque hacía mucho calor, pero que pese a ello, logró su primera victoria a nivel internacional.
Para 2015, a la edad de 29 años, se le presentó la oportunidad en Argentina de competir con el equipo Weber Shimano Ladies Power, con el que corrió durante cinco años. En este le brindaron todas las herramientas como la bicicleta todo lo necesario y los viáticos para las carreras, la hospedaban en los mejores hoteles y fue el primer equipo que le pagó.
Rocío expresó que fue con ellos que supo qué era correr a nivel profesional en Europa y en Estados Unidos: “Ahí es cuando uno dice, ‘nunca es demasiado tarde’, de pronto si hubiera recibido el apoyo cuando tenía 18, 19 años hubiera podido hacer muchas más cosas, sin embargo, lo recibí a los 29 y ahí comenzó mi aventura por correr en el exterior, me iba bien y eso era motivante”.
De ciclista a directora técnica
Después de una larga carrera en la que se destacó por su profesionalismo en numerosas competencias, de haber incluso trabajado durante siete años como preparadora física de la Fuerza Aérea y de haberse graduado en el 2007 como Licenciada en Educación Física, Rocío Parrado no podía tener una mejor hoja de vida.
Y es entonces, cuando a mediados del 2019 salió una noticia del ciclismo femenino a nivel mundial en Twitter y por cosas del destino Rocío se la retwitteó al ministro del Deporte Ernesto Lucena en donde le manifestó “que Colombia necesitaba un equipo y que necesitaba que el ciclismo femenino resurgiera”.
En respuesta, el ministro se contactó con ella y la invitó a montar bicicleta. En esa salida Rocío le contó todas las expectativas y la problemática que tiene el ciclismo femenino, todo lo que sufre una mujer para lograr ser ciclista en Colombia, pero jamás se imaginó que él se fuera a tomar las cosas tan en serio.
El ministro quedó convencido de su buen desempeño como deportista, que en octubre del 2019 hizo oficialmente su nombramiento como Directora Técnica del equipo femenino Colombia Tierra de Atletas -GW Bicicletas. No obstante, las concentraciones del equipo iniciarían hasta el 2020, hecho que le permitió finalizar su carrera como ciclista en diciembre del 2019, allí corrió la última Vuelta a Colombia Femenina y quedó en el top 15.
Debido a la pandemia, este año ha sido muy complicado para el deporte, sin embargo, el pasado lunes 7 de septiembre finalizó la primera concentración que se hizo en el municipio de Subachoque, Cundinamarca, cumpliendo con todos los protocolos de bioseguridad. Allí Rocío Parrado debutó feliz como Directora Técnica y desde ya está entrenando fuertemente a su equipo con el que estableció objetivos claros para correr próximamente la Vuelta Tolima, el Tour Femenino y la Vuelta Colombia.