
La medida es un respiro para la economía venezolana, asediada por las brutales sanciones impuestas por la administración Trump, el cerco financiero de la banca internacional y nuevas amenazas del Fondo Monetario Internacional, FMI
Ricardo Arenales
El ministro ruso de Finanzas, Anton Siluanov, anunció en rueda de prensa el pasado 8 de noviembre en Moscú, que las autoridades venezolanas acordaron con Rusia las condiciones para restructurar la deuda pública externa del país latinoamericano. El proceso está en la fase final, “los venezolanos han confirmado las condiciones que han estado siendo negociadas”, dijo el funcionario.
Por su parte, el embajador venezolano en Moscú, Carlos Faría, dijo que “ya todo está acordado y se están redactando los documentos”, que deberán estar listos a más tardar el 15 de noviembre. Y aunque ninguno de los funcionarios involucrados en la negociación precisó más detalles, en medios de prensa rusos se estima que la cantidad negociada podría llegar a los mil millones de dólares.
En 2011, Rusia concedió a Venezuela créditos por 8.800 millones de dólares. El tema de la reestructuración de la deuda venezolana fue uno de los principales temas abordados por los presidentes Vladimir Putin y Nicolás Maduro, en encuentro bilateral celebrado el pasado 4 de octubre.
Comisión especial
El anuncio significa un respiro para la deuda venezolana, estimada en 150.000 millones de dólares, según lo reconoció el propio presidente Maduro, hace una semana atrás. El paso dado por Moscú se produce después de que el 3 de noviembre pasado, el mandatario venezolano anunció su intención de refinanciar la deuda externa del país, que incluye todos los compromisos internacionales. Después de Rusia, China es el otro socio comercial más importante para los venezolanos, pero no se conoce hasta ahora un anuncio similar por parte de Beijing.
Para esta negociación macro, Maduro designó una comisión presidencial especial, que está siendo coordinada por el vicepresidente ejecutivo de la nación, Tareck El Aissami. Esta comisión convocará en las próximas horas a bancos, tenedores de bonos de la República, a quienes las autoridades de Caracas anunciaron, se les va a pagar de manera puntual. Hasta este momento, Venezuela ha pagado en capital e intereses de deuda una suma superior a los 71.700 millones de dólares, a pesar de que las sanciones norteamericanas y el cerco de la banca internacional, pretendieron la asfixia económica de la nación, que a su vez generaría el derrumbe del gobierno bolivariano.
Maduro, tras al hacer el anuncio, aseguró sin embargo que “vamos hacia una nueva política económica en el campo financiero internacional, y 2018 se vislumbra muy positivo en el campo de los ingresos en divisas para el país”. Propuso a los sectores democráticos y amigos de la Revolución Bolivariana, “desplegar una jornada comunicacional mundial de denuncia contra la persecución financiera y económica contra nuestra nación”.
Persecución financiera
“Nuestra intención es seguir cumpliendo internacionalmente, pero nuestra intención es también que cese la persecución financiera de los bancos internacionales contra Venezuela”, puntualizó Maduro. Y es que el asedio financiero va en serio. Un día después de las declaraciones del gobernante, la administración norteamericana anunció, el pasado jueves, un paquete de nuevas sanciones, económicas contra el país bolivariano.
El Fondo Monetario Internacional, por su parte, declaró que “Venezuela ha incumplido los plazos estipulados en los reglamentos del organismo” y conminó al país latinoamericano a que antes de seis meses presente una estadística sobre su economía. Entre tanto, la firma financiera Euroclear, filial de J.P. Morgan, bloqueó el pago de 1.200 millones de dólares en bonos, que vencía la semana pasada.
A pesar de ser Venezuela un pagador puntual, la caída de los precios del petróleo y las sanciones financieras impuestas por Estados Unidos obligaron al gobierno bolivariano a cambiar de estrategia y buscar una renegociación de deuda pública, que no es fácil. La capacidad de pago del país está vinculada a la generación de divisas procedentes de la venta de petróleo, pero la caída de los precios del crudo ha dificultado los pagos.
No obstante, los compromisos financieros internacionales se cumplen, y por ahora Venezuela está lejos de una cesación de pagos, o ‘default’, como maliciosamente lo insinuaron esta semana medios internacionales, entre ellos la prensa colombiana.