La unidad del campo popular y democrático se va consolidando, y ya tiene ruta
Redacción Política
Una construcción con saltos cualitativos, es la primera gran conclusión que deja el llamado de unidad, producto del encuentro ocurrido los pasados 17 y 18 de marzo, en donde organizaciones sociales, populares, partidistas e insurgencias entregaron un diagnóstico de lucha social en el país y plantearon las perspectivas de la unidad del campo democrático.
Tres escenarios son los propuestos para que se profundice la unidad: la movilización social, la participación en la construcción de paz y la disputa política electoral.
La paz será la disputa política que permita el cambio de la correlación de fuerzas en favor del campo popular y democrático. Lograrlo no solo significa haber ganado las luchas concretas e inmediatas sino transformaciones estratégicas. “La solución política al conflicto armado y la construcción de la paz, con justica social y vida digna, viene movilizando las voluntades de diversos pueblos, movimientos y organizaciones sociales y políticas, quienes vemos en este momento histórico posibilidades como desafíos”, indican los firmantes del documento.
Diagnóstico
El diagnóstico permitió calificar el momento político que vive el país concluyendo que se viene revitalizando el movimiento social, elevando los niveles de confrontación, coordinación y movilización. Todo eso indica potencialidades.
“En este marco de la realidad, hay que hacer énfasis en que para enfrentar las limitaciones y potenciar las posibilidades hacia los grandes cambios democráticos que reclaman las capas pobres y medias de la sociedad, se requiere, no solo la unidad de acción en la lucha inmediata de los pueblos por la defensa y ampliación de sus derechos o por la defensa de los acuerdos y negociaciones de paz, sino y por sobre todo, la voluntad y el compromiso concreto y efectivo de todas las fuerzas políticas y sociales democráticas para avanzar en la construcción de un proyecto político de unidad del campo popular y democrático, fundido sólidamente en los territorios y en los sectores sociales, que transforme la correlación de fuerzas y emerja como alternativa de gobierno y de poder frente al modelo de dominación impuesto por el gran capital interno e internacional. Un proyecto de país que nazca del corazón y la mente de los pueblos”, señala el llamamiento titulado: convergencia social y política por un nuevo país.
Construcción de unidad
La unidad no se decreta, sino que se va construyendo en cada territorio y alrededor de cada una de las luchas sociales de los colombianos. Por eso todas las reivindicaciones, las dinámicas de acción, movilización, reflexión, articulación, coordinación y organización fueron consideradas como referente en la idea de “unidad estratégica por la democracia, la defensa de la naturaleza y la vida, por la construcción de paz, con justicia social y vida digna”.
En cuanto a la movilización por ejemplo, acompañar y fortalecer las mesas de negociación abiertas entre el Gobierno y el movimiento popular; diseñando e implementando acciones de cumplimiento a los pliegos de exigencia, construidos en jornadas de paros y movilizaciones. Así como sumarse unificadamente a las acciones de resistencia territorial y por la justicia ambiental, desarrolladas por las comunidades locales. Y agrega el documento: “Trabajo unitario en los procesos de revocatoria de mandatos a alcaldes antipopulares, preparar una acción masiva de movilización contra la política de despojo territorial; destrucción de la naturaleza; recorte de inversión pública, en salud, educación, etc. y la apropiación corrupta de los bienes de la nación”.
Participación en la paz
En el campo de la participación en la construcción de paz ratificó el trabajo que se viene adelantando en cuanto a las iniciativas políticas de cara al proceso de paz de Quito y la implementación de los acuerdo de paz de La Habana. “Ratificamos nuestra decisión y voluntad para avanzar en la articulación y coordinación de las diversas iniciativas de paz y de acción política, entendiendo que estamos inmersos en un solo proceso de paz, que cuenta con dos escenarios políticos, el escenario de paz Gobierno-FARC-EP y la mesa de diálogo Gobierno-ELN”, señala el documento.
Entre las iniciativas se cuenta: El Congreso Nacional por la Paz, la movilización por las víctimas en apoyo al proceso de paz y contra el paramilitarismo el día 6 de abril, apoyo en la marcha de los trabajadores del próximo primero mayo, seminario de Reflexión Política sobre Metodologías para la Ruta Unitaria de Paz, Veedurías de la Implementación, diálogo y acuerdos de paz, y la gran asamblea democrático-popular en el segundo semestre del año.
Lucha electoral
El tercer escenario de unidad se trata de la disputa político electoral que se avecina para el año 2018. En ese asunto, las organizaciones sociales y partidos políticos señalaron por unanimidad la necesidad de unirse y obtener los mejores resultados de la izquierda en su historia.
“Aspiramos a ser poder y ser gobierno, a través de mecanismos democráticos, que establezcan reglas éticas para el ejercicio de la política y procedimientos comunes que tengan en cuenta las asimetrías de lo territorial y nacional; así como desde la construcción de programas y candidaturas conjuntas del movimiento democrático y popular colombiano”, señala el llamado de unidad.
Las tareas en ese tema tienen prioridades: Construir acuerdos programáticos territorial y nacionalmente, teniendo en cuenta los mandatos de nuestros procesos unitarios y las agendas de paz pactadas y en negociación con las insurgencias. Es decir que el tema de paz no se diluya en medio del debate electoral, todo lo contrario, sea un debate de primer orden para los aspirantes al congreso de la República y la presidencia.
Lo electoral
Otro de los acuerdos en el seminario de unidad es pactar las reglas de juego democráticas en la selección de candidaturas del campo popular y democrático desde grandes asambleas territoriales y sectoriales. Así como la construcción de códigos de ética para la veeduría de los elegidos y sus organizaciones y el movimiento social y popular, en relación con el ejercicio del poder.
“Llamamos hoy al conjunto del movimiento social y político, a las diferentes iniciativas de paz y a la sociedad en su conjunto a reconocer, respetar, articular y proyectar, la rica tradición de la luchas sociales de nuestro pueblo y su pensamiento emancipatorio, como base fundamental para un “Proyecto Alternativo de País” que juegue en la coyuntura y sea esperanza de un futuro con la vida digna y la paz democrática y duradera” concluye el llamamiento de unidad.