Salud y género: la otra cara de la desigualdad

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Mujeres en jornadas de salud en la ciudad de Toluca, México. Foto Portal El Diario.

El bienestar de las mujeres es un tema que debería ser una prioridad en la agenda política de cualquier gobierno, ya que es una cuestión que afecta a más de la mitad de la población mundial

Renata Cabrales
@RENATARELATA 

Al parecer en diferentes países en vía de desarrollo el único tema que importa, sin tener en cuenta cómo afecta a las mujeres, es su sexualidad, es decir, tomar decisiones sobre su cuerpo cuando se trata del derecho al aborto o a una maternidad digna, sin pensar en sus derechos sexuales y reproductivos.

Según Peggy Maguire, Instituto Europeo de la Salud Femenina, EIWH: “Las mujeres somos depositarias de la salud familiar y el bienestar de nuestros hijos, nuestros mayores y nuestros maridos o compañeros. También prodigamos todo tipo de cuidados en el ámbito social, desempeñando tareas de profesoras, enfermeras, cuidadoras a largo plazo, profesionales o no, etc. La asistencia sanitaria, los servicios sociales y los centros de enseñanza funcionan con un personal compuesto predominantemente por mujeres. Es fundamental garantizarles una asistencia sanitaria igualitaria y dedicar la máxima atención a la gestión, la prevención y el tratamiento de las enfermedades específicas de la mujer.”

Este tema viene a colación a propósito del Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer que tuvo su origen el 28 de mayo de 1987, en la reunión de integrantes de la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Sexuales y Reproductivos, realizada al terminar el V Encuentro Internacional sobre Salud de la Mujer, llevado a cabo en Costa Rica.

Se designó esta fecha para abordar las diferentes causas de enfermedad y muerte que enfrentan las mujeres y que siguen vigentes aún en nuestros días. Una de ellas es la mortalidad materna y el aborto clandestino.

Profamilia en Colombia

A finales del 2018, Profamilia celebró el fallo de la Corte Constitucional que tomó la decisión de respaldar a las mujeres al comprender la importancia de no poner más barreras de las que hay en el derecho a decidir sobre sus cuerpos. En un país como Colombia no imponer límites de tiempo para adquirir un servicio de aborto legal y seguro, constituye un avance en la lucha por los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos.

Según un comunicado de la entidad en octubre de 2018: “Hoy, no solo ganó Colombia. Ganaron los movimientos feministas, las movilizaciones sociales, los juristas, pero sobre todo la valentía de las mujeres colombianas que hicieron posible que este fuera el resultado. Y, aunque queda un largo camino por recorrer, aplaudimos que los derechos de nuestras mujeres primen por encima de cualquier estigma y señalamiento impulsado por la desinformación que existe alrededor del derecho al aborto”,

Para esta importante entidad en el tema de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, desde hace 12 años, Colombia ha sido un referente legislativo para el mundo, al impulsar una sentencia que pondera los derechos de las mujeres: “Pero aún así muchas de ellas siguen siendo expuestas a situaciones de riesgo, inseguridad, vulnerabilidad, violencia, crueldad, reflejadas en un sinnúmero de barreras: discriminación social, trámites innecesarios, y falta de acceso a servicios de salud oportunos y de calidad. Frente a ello, una barrera más hubiera sido inaceptable por lo que la decisión de la Corte Constitucional de no retroceder, debe ser reconocida y celebrada”.

“Hoy las mujeres y niñas más vulnerables: víctimas de violencia íntima, mujeres afrocolombianas, indígenas, mujeres con discapacidad, quienes viven en las ruralidades, las inmigrantes, necesitan que unamos esfuerzos para no retroceder. Es nuestra responsabilidad, educar, informar, apoyar y garantizar el acceso”, según comunicado de Profamilia.

Asimismo, Profamilia, insiste en seguir trabajando por los Derechos Reproductivos de la población colombiana, en especial de la más vulnerable y advierte: “Seguiremos uniendo esfuerzos para garantizar una educación integral en sexualidad, para reducir las barreras en todos los servicios de salud íntima y reproductiva, fortaleciendo las estrategias de prevención y atención del embarazo no deseado, perseverando y luchando para reducir el estigma que afecta a las mujeres que deciden materializar el derecho al aborto”, revela la entidad en su comunicado.

“En Profamilia todos los días son de la mujer”

A propósito del 8 de marzo y lo que esta fecha significa para los derechos laborales de las mujeres, Profamilia emitió un comunicado donde recuerda que los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres ameritan mucha importancia en Colombia

A pesar de que las cifras en salud sexual y reproductiva de las colombianas han ido mejorando poco a poco, según la perseverancia de esta entidad; aún hay mucho porqué luchar. Por ejemplo, según cifras, sólo el 70% de las colombianas están cubiertas por el Sistema de Seguridad Social en Salud.

A pesar de que instituciones como Profamilia cuentan con un programa de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), en el país todavía se presentan cerca de 400.000 abortos clandestinos, que ponen en riesgo la salud y capacidad reproductiva de las mujeres.

Por otro lado, a pesar de que Profamilia trajo al país la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) a un precio más bajo con el fin de que más mujeres pudieran recibir este beneficio, el cáncer de cuello uterino es la primera causa de muerte por cáncer entre las mujeres de 30 a 59 años de edad; por su parte, tanto el cáncer de cuello uterino como el de seno atacan a una de cada 10 mujeres.

Violencia obstétrica

En el estudio titulado: “Violencia obstétrica y aborto. Aportes para el debate en Colombia” de Juliana Tamayo Muñoz, Clara María Restrepo Moreno, Laura Gil y Ana Cristina González Vélez,  la violencia obstétrica, VO, se ha definido como “la apropiación del cuerpo y procesos reproductivos de las mujeres por personal de salud, que se expresa en un trato deshumanizador, en un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales, trayendo consigo pérdida de autonomía y capacidad de decidir libremente sobre sus cuerpos y sexualidad, impactando negativamente en la calidad de vida de las mujeres”.

La VO consiste también en la práctica arbitraria de procedimientos médicos sin consentimiento de las pacientes, de esta forma, según el estudio, dentro de los actos médicos sin consentimiento se mencionan aquellos procedimientos “que se realizan en los servicios obstétricos de forma rutinaria sin indicaciones clínicas justificadas, sin informar ni ser consentidos por las mujeres, a pesar de que la evidencia científica ha resaltado su práctica la mayoría de las veces, como innecesaria y hasta peligrosa”.

Los procedimientos médicos más frecuentes en estos casos, son: inducir con oxitocina, algunos estudios muestran que la inducción rutinaria llega a ser hasta en 92,7% de los partos; realizar enema, rasurado, múltiples exámenes vaginales con diferentes examinadores; imponer el decúbito dorsal obligatorio e imposibilitar el libre movimiento; hacer episiotomía, entre otros.

Violencia de género y la mala salud de las mujeres

La violencia machista, especialmente la violencia doméstica y el abuso sexual, conllevan muchas consecuencias adversas para la salud de mujeres y niñas en todo el mundo. Ya que afectan tanto la salud física como la salud mental. El maltrato tiene consecuencias negativas para la salud y afecta todos los aspectos de la vida, como son, por ejemplo, las emociones, la salud física, la capacidad cognitiva, etc.

Según el artículo “Cómo afecta la violencia de género a la salud”, publicado en Atresmedia, Contra el maltrato, tolerancia cero: “Aparte de los daños derivados del maltrato físico, el daño psicológico de la violencia de género puede llegar a producir un daño biológico en la persona, surgido de lo que se conoce como el Modelo de estrés crónico y la carga alostática psicobiológica”.

Son muchas las circunstancias, en medio de un sistema desigual, como el patriarcal, pero también capitalista, que afectan la salud de las mujeres, es por eso que uno de los objetivos de desarrollo del milenio según la ONU Mujeres, consiste en erradicar todo tipo de desigualdad que afecte a la mitad de la población.