En Santa Marta una protesta única

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Funcionarios en huelga de hambre protestan en la Alcaldía de Santa Marta.

Un grupo de personas que trabajaban en el gabinete del suspendido alcalde Rafael Martínez realizaron una huelga de hambre con el fin de exigir al presidente Iván Duque el nombramiento del burgomaestre encargado

Redacción Política

El pasado miércoles 15 de mayo se generó un hecho interesante en la historia de la gestión pública colombiana. Ese día un grupo de 10 secretarios del suspendido alcalde, Rafael Martínez, anunciaron que entraban en una huelga de hambre como mecanismo de protesta pacífica para demandar del presidente Iván Duque que nombrase un alcalde encargado en Santa Marta.

La medida fue el último episodio de una larga cadena de hechos, de público conocimiento, en la que los miembros del gabinete distrital venían señalando la intención del alcalde encargado, Andrés Rugeles de desmontar el Plan de Desarrollo y los principales proyectos del gobierno del cambio.

Andrés Rugeles, secretario de Transparencia de la Presidencia de la República, se posesionó el 4 de abril como alcalde encargado, su presencia debía ser corta, pues esta designación era mientras el presidente nombraba un alcalde encargado del movimiento Fuerza Ciudadana. Desde su llegada, Rugeles se rodeó de las familias tradicionales del departamento del Magdalena, que hace siete años perdieron la alcaldía y que sienten recuperarla con su nombramiento.

La imagen de Rugeles

Su periodo al frente de la alcaldía ha estado mediado por escándalos en la ciudad, entre ellos: hacer partícipes a dos particulares del primer consejo de seguridad que lideró tras su llegada, ordenar un allanamiento sin fundamentos legales al despacho de la alcaldía a la Dirección Nacional de Inteligencia, el cual fue liderado por el ciudadano, Emiro Castro; contratar carro tanques para la contingencia por el abastecimiento de agua a precios exorbitantes, nombrar como jefe de contratación a una persona  colaboradora de la familia Cotes, que 24 horas después renunció; revivir la idea del proyecto de acueducto regional en contravía del concepto del Ministerio de Vivienda y tener a personas  particulares ejerciendo funciones públicas.

A esta cadena de hechos se añadió la declaratoria de insubsistencia a ocho secretarios el 10 de mayo, para ser reemplazados por personas con lazos familiares y políticos con las familias tradicionales de Santa Marta, de esos nombramientos el más notorio fue el de Marta Castañeda, de triste recordación por su papel como Viceprocuradora General de la Nación de Alejandro Ordóñez.

En este contexto y por los crecientes rumores sobre medidas similares que desmontarían el gobierno del alcalde Martínez, los 10 secretarios iniciaron una protesta pacífica a partir de la herramienta de la huelga de hambre.

La manifestación

La protesta que se extendió por seis días estuvo marcada por la constante puja de los manifestantes y el alcalde Rugeles, quien impedía, a través de órdenes a la Policía Nacional, el ingreso del personal de las dependencias y familiares de los protestantes, y sostenía la amenaza constante de un desalojo por la fuerza. A pesar de estos intentos, los secretarios se mantuvieron firmes haciendo la exigencia de nombrar la terna, al presidente de la República, de quien no obtuvieron respuesta alguna durante la manifestación. El respaldo ciudadano se sintió en la plaza de Bolívar donde se instaló un campamento permanente de solidaridad y, asimismo, en las redes sociales.

Desde el sábado 18 del mismo mes, el estado de salud de los secretarios comenzó a deteriorarse y a propiciar la salida de quienes presentaban mayores complicaciones. Es así como, a causa de su condición de salud, suspendieron la protesta los secretarios de Educación y de Gobierno, la secretaria de Cultura y la Alta Consejera para la Paz y Post Conflicto.

Ante el silencio del Gobierno nacional y en vista de las condiciones, los funcionarios levantaron la huelga el lunes 20 de mayo, en un acto político que concentró gran cantidad de personas afuera de la Alcaldía Distrital. Allí señalaron la poca voluntad del presidente Duque por cumplir la ley que obliga a nombrar alcalde encargado de la terna; los constantes hostigamientos del alcalde (e) Rugeles, los intentos de diálogo con el viceministro del Interior, la declaratoria de insubsistencia a tres de los protestantes y la toma por parte de las familias políticas tradicionales de la alcaldía de Santa Marta, en claro acuerdo con el Gobierno nacional.

La Huelga da frutos

Un día después de levantada la protesta, el presidente delegó a la vicepresidenta la entrevista a los tres miembros de la terna, hecho que se realizó el miércoles 22 de mayo. Con esta victoria parcial la ciudad se encuentra atenta al nombramiento de un alcalde que permita continuar con el Plan de Desarrollo para que siga el proceso de cambio.