Se incrementa el hambre en el mundo

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Niño subalimentado en Guatemala FAO 2017. Foto FAO.

En documentos de la Unicef y la FAO expresan su preocupación por el aumento de este flagelo en los últimos tres años

José Ramón Llanos

Los documentos de la Unicef del presente siglo han presentado estadísticamente el problema del hambre en el orbe, pero también reiteradamente han señalado que Cuba es el único país del planeta en el que la niñez no está afectada por el hambre y además tiene los beneficios de un sistema de salud que aplica la medicina preventiva, por lo cual el ciento por ciento de los niños son vacunados contra las enfermedades imunoprevenibles, lo cual no sucede en otros continentes, incluso en América Latina. La antítesis de esta situación positiva son las cifras de los niños que padecen hambre en el mundo: 146 millones.

Datos de la FAO sobre el hambre en el orbe

La Organización de la ONU para la Alimentación FAO, acaba de publicar su informe anual sobre el problema de la alimentación en el mundo, infortunadamente registra el hecho que entre 2014 y 2017 se incrementó el hambre al pasar el número de afectados de 804 a 821 millones. En su orden, Asia y África son los continentes con el mayor número de personas que padecen hambre, las cifras son las siguientes: Asia, 515 millones; África, 256 millones; América, 39.3 millones. El hambre en América del sur aumentó al pasar de 4.7 por ciento a 5.0 por ciento.

El estudio de El estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2018 (SOFI), afirma: “Estas cifras son un llamado fuerte y claro para redoblar los esfuerzos a todo nivel”, si queremos alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2- Hambre cero en el 2030.

Inseguridad alimentaria grave

La caracterización de un tipo de desnutrición denominada inseguridad alimentaria grave, presenta una situación supremamente calamitosa en América Latina. Según el SOFI, en América Latina las cifras de este tipo de desnutrición se incrementaron gravemente al pasar de 7.6 por ciento en 2016 a 9.8 por cento en 2017. En medio de este panorama negro, hay un dato positivo; mientras la tasa de desnutrición aguda en niños menores de cinco años a nivel mundial es de 7.5 por ciento, en América Latina es de 1.3 por ciento.

Esta situación señala el alto nivel de insolidaridad, ya que las familias de altísimos ingresos, un alto porcentaje de los alimentos que adquieren son arrojados en las canecas de la basura, como lo demuestran muchos investigadores sociales.

La solidez de estas cifras sobre el hambre, está fundamentada en el hecho de que el SOFI de este año estuvo apoyado por la FAO, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Programa Mundial de Alimentos y la Organización Mundial de la Salud.