Jaime Cedano Roldán
@Cedano85
Las palabras se hicieron escasas. Era muy difícil encontrar alguna que no hubiera sido ya utilizada. La originalidad se hizo imposible. Histórico, extraordinario, acojonante, Muy difícil encontrar una que pudiera expresar claramente los sentimientos vividos en las movilizaciones multitudinarias de la huelga feminista en España, epicentro mundial de la jornada. No hay palabras para expresar las sensaciones de incredulidad ante el desborde inesperado. Especialmente cuando entre pecho y espalda se llevan varias decenas de marchas 8M, muchas en medio de frustrantes soledades.
Una jornada que obliga a juiciosos análisis, donde habrá que valorar diversos ángulos. Uno de ellos la creatividad. Al esquema de las tradicionales huelgas generales centrada en la producción, los servicios y el sector educativo, se añadió también la idea de huelga en el consumo y los cuidados, sector último donde hay una gran precariedad salarial y de derechos. Tema de fondo son las nuevas subjetividades, pues se decía hasta hace poco tiempo que sin los sindicatos mayoritarios era imposible convocar huelgas generales en España. En esta ocasión su papel fue secundario. Esto ya se veía desde las marchas de la dignidad. No han perdido su importancia y el papel que han de jugar, pero la burocracia los tiene absorbidos y el espíritu de conciliación adormecidos. La unidad, el gran acicate. El desborde sepultó las tradicionales peleas que originaban dos o tres marchas diferentes cada 8M. Un hecho vital es que los movimientos feministas han logrado ir ganando hegemonía en el discurso contra la violencia machista, la que se señala como tal, y no como “violencia intrafamiliar”, y esto ha ayudado al papel positivo que jugaron los medios. Se rompió la muralla del silencio mediático. Este histórico día está precedido de muchas marchas, actos y campañas con estas denuncias y sobre los derechos de las mujeres. Y de mucho trabajo militante. Seguramente no volverá a realizarse en muchos años un 8M semejante. Pero es posible, y muy seguro, que sea anuncio de cosas nuevas. Hay ahora una nueva etapa de movilizaciones. Un escenario para crear alternativas, aunque pesan contra esta idea el electoralismo con que las miran las organizaciones de izquierda. Las viejas y las nuevas.
* Imposible no terminar saludando la recuperación del escaño del PCC y la UP en el Senado. ¡Hay que celebrarlo, que pocas alegrías suelen llegar a las casas de los pobres!