Zabier Hernández Buelvas
@ZabierHernndez
Pocas veces la historia se ha repetido con tanta saña. Nadie pensó que los judíos, víctimas del genocidio y de los vejámenes sufridos en los campos de concentración de los nazis, verdaderos sitios de torturas nunca imaginados, pudieran, ochenta años después, repetir esas prácticas inhumanas contra el pueblo palestino a manos de los judíos respaldados por los Estados ingleses, norteamericanos y la ONU.
Las matanzas de palestinos de estos días asombran al mundo. El ejército israelí disparó fuego directo contra 15.000 palestinos que manifestaban ante la valla de seguridad que separa a Gaza de Israel en contra de la apertura de la embajada de EE.UU. en Jerusalén. El resultado: más de 50 palestinos muertos y más de 2.500 heridos.
Los ingleses son uno de los Estados responsables, porque ellos ocupaban y administraban los territorios palestinos y salieron de allí sin dejar establecida una organización política que permitiera la convivencia pacífica de los antiguos pobladores y la masiva ocupación de judíos que se dirigieron de todas las partes del mundo a las tierras de los palestinos, donde llegaron y con violencia, desplazaron y despojaron a los árabes de sus tierras.
La ONU tiene mayor responsabilidad, porque siendo su objeto trabajar por la paz entre las distintas naciones, no previó y evitó que la prepotencia de los judíos y su creencia sobre una tierra prometida asignada por un dios, se tradujera en la expropiación y desplazamiento con violencia a los palestinos en su propia tierra. Mayo de 1948, marca el inicio del despojo, persecución y asesinatos del pueblo de Yaser Arafat que hoy aún continua.
Las decisiones regresivas de Trump reactivaron la ocupación israelí al territorio palestino. Los últimos gobiernos de EE.UU., en especial el de Obama, venían jugando un papel “mediador” y “neutral”, pero con Trump, los EE.UU. “han decidido ser más israelíes que los propios israelíes” dijo Riad Mansur representante palestino ante ONU. Realmente lo que hizo EE.UU. fue descararse ante mundo en su alianza con el Estado israelí.
El pueblo palestino enfrenta a grandes poderes mundiales que se alinean consolidando en contra de los pueblos que luchan por su autonomía y liberación nacional, lucha que exige de toda la solidaridad de los pueblos del mundo.
