En condición de integrantes de organizaciones sociales, populares, sindicales, de activistas políticas y feministas, el movimiento de mujeres se desplazó desde diferentes regiones y localidades hacia Bogotá, al II Encuentro Nacional de Organizaciones Sociales participantes del paro nacional, convocado para los días 30 y 31 de enero de 2020
Redacción Mujeres
Con gran preocupación las mujeres de diferentes organizaciones asumieron el desenvolvimiento de los hechos que impidieron, el día 30 de enero, la realización del evento, tanto en las instalaciones del Teatro Jorge Eliécer Gaitán, como en las otras sedes previstas para el trabajo en comisiones, y que fracturaron el espíritu unitario del encuentro, hasta el punto de llegar a separarse en dos sedes diferentes.
Para las feministas, la imposibilidad de tramitar las diferencias y continuar un trabajo unitario entre las distintas tendencias y orientaciones de las fuerzas políticas, organizaciones, movimientos, plataformas y expresiones partidistas que confluyen en el Comité Nacional de Paro, demuestra que en las propias fuerzas opuestas al actual régimen, la militarización, la violencia y el exterminio de líderes y lideresas, que se nos ha impuesto durante los últimos 30 años, ha calado profundamente, pero incluso, ha penetrado en las corporalidades y en las vidas de todos y en la forma de relacionarnos.
Consideran, además, las mujeres de las organizaciones sociales, que: “El régimen político ha conseguido enfrentarnos y dividirnos, logrando debilitar este espacio que es vital para dar continuidad a la justa indignación y protesta organizada del pueblo colombiano. La ausencia de una ética del cuidado del otro y de la otra, la falta de respeto, reconocimiento mutuo y democracia interna que ha caracterizado a las organizaciones de izquierda, a las estructuras sindicales y a los propios movimientos sociales, y que hemos denunciado constantemente desde las organizaciones de mujeres y los feminismos, desafortunadamente, hay que decirlo, se alimentan de la ideología neoliberal y patriarcal, y por lo tanto, deben ser superadas”.
El panorama actual
Nos vemos hoy frente a una política de exterminio que suma más de 182 firmantes de paz asesinados y alrededor de 570 líderes y lideresas sociales asesinados, situación que reclama nuestro mayor empeño en fortalecer la unidad, la organización y el logro de la implementación del Acuerdo de Paz con Enfoque de Derechos de las mujeres y de género.
“Llamamos a la reflexión política profunda frente a la dolorosa situación que hoy viven los sectores con menos recursos y poder económico político, sociosexual, cultural y ambiental, este Comité Nacional de Paro debe superar sus errores y consolidarse como un elemento fundamental para confrontar la corrupción, avaricia y exacerbación del modelo neoliberal- patriarcal que hoy pretende destruir las vidas humanas y no humanas, el ambiente y el futuro como nación”.
Así mismo, según el movimiento de mujeres, es entendible la complejidad de los conflictos internos que se enfrentan, pero se debe superar la confrontación y ponerse a la altura del drama de nuestro país, retomando el trabajo conjunto, sin que ninguno de los sectores renuncie a sus ideales y proyectos políticos, fortaleciendo este espacio de articulación de la acción conjunta de protesta y movilización en contra del nefasto y corrupto régimen político que impera en Colombia. Los sectores oprimidos nos miran y esperan ver en el accionar de las organizaciones sociales cómo serán las relaciones en el nuevo país que les pensamos construir.
Todos y todas contra el mismo enemigo
“Somos contradictoras y contradictores de esta élite corrupta y somos hermanos y hermanas, quienes desde nuestras múltiples sabidurías y fuerza transformadora, podemos sobreponernos a nuestras controversias en forma democrática, cordial y solidaria. Nos esperan grandes retos para hacer de Colombia el lugar donde cada ser vivo, según su modo de ser, hacer, pensar y desear pueda florecer con toda su fuerza, belleza y alegría”, advierten las mujeres de las diferentes organizaciones y la reunión previa al encuentro nacional.
Advierten en su comunicado, además, la iniciativa de no “participar en pujas por el poder que nos han dejado fragmentadas hace décadas y han debilitado la posibilidad de avanzar en unidad. Rechazamos los autoritarismos que impiden dialogar, y en particular, aquellos que nos empujan a tomar partido en la confrontación. Las mujeres vamos a decidir cuáles son las lucha que vamos a librar y la primera es la de la Unidad para avanzar”.
Este es el principal llamamiento de las mujeres autoconvocadas en el marco del II Encuentro Nacional de Organizaciones Sociales, constituidas en Comité Preparatorio del Encuentro Nacional de Mujeres y Por la Conmemoración del 8 de marzo antipatriarcal, antineoliberal y por una vida libre de violencias contra las mujeres.
Las peticiones de las mujeres afrodescendientes
En conversación con VOZ, Yulieth Carabalí, del municipio de Buenos Aires, al norte del departamento del Cauca. Comenta que, a través de las organizaciones existentes en el departamento, como lo son Proceso de Comunidades Negras, PCN, Palenque, Alto Cauca, que hace parte de PCN, y Asociación de Mujeres Afrodescendientes del Norte del Cauca, “hemos venido adelantando procesos de lucha con el fin de hacer resistencia ante las acciones con daño que interfieren en el buen vivir de las comunidades. Problemáticas como la minería ilegal, cultivos de uso ilícito, desplazamiento forzado, expansión de monocultivos y asesinatos de líderes y lideresas, las cuales interfieren con el concepto de buen vivir que tenemos como comunidades negras raizales y palenqueras, entorpecen el trabajo que se viene realizando con las mujeres de los diferentes municipios del departamento”.
Hay un trabajo que busca dar reconocimiento a la participación activa que han venido realizando las mujeres en los diferentes espacios de exigencia, incidencia y aporte a las luchas colectivas, por tanto, “nuestras expectativas frente a este encuentro son: cumplimiento del capítulo étnico del acuerdo de paz y respuesta efectiva a la crisis humanitaria que enfrenta actualmente el país; asignación integral del presupuesto acordado para el cumplimiento de los acuerdos afrodescendientes del Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022; implementación de las obligaciones y compromisos atrasados con el pueblo negro afrodescendiente; desarrollo urbano y de vivienda para esta población, entre otras”. Resalta la lideresa.
Finalmente, la organización de mujeres llega a la conclusión, al finalizar el Encuentro, de preparar para una gran huelga nacional para el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Asimismo, para el 16 de marzo se extiende una invitación desde la ciudad de Bucaramanga a la Gran Marcha Carnaval hacia Bogotá: Un grito por el agua.