Sonia Libertad

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Anayibe Rojas Valderrama (Sonia).

Departamento de Mujeres – Partido Comunista Colombiano

Anayibe Rojas Valderrama: Con tus palabras “no hay nada imposible”, nos invitas a continuar con nuestro compromiso político con las mujeres revolucionarias, y tú, en condiciones tan difíciles no claudicaste, en tu corazón, tu inteligencia, como niña, defendiendo a nuestras mujeres campesinas, guerrilleras. El recuerdo de todas aquellas que ya no están con nosotras, Mariana, María Eugenia Castañeda Granda o Carmenza Perdomo Yasno (desaparecida por el Estado el 13 de septiembre 1985, destacada por el secretariado de las FARC-EP, para coordinar eventos relacionados con el surgimiento de la UP), y a quienes hoy las mujeres comunistas rendimos un sentido homenaje.  Por ellas, que son las maestras de la paz.

Gracias a esa mediación femenina, nos trajiste la imagen que hace años no vemos y no escuchamos: la de nuestro querido compañero Simón Trinidad. Gracias, porque sigues luchando con todos y todas nosotras, por todos nuestros ideales, por la bandera primera que es la libertad de ser y de estar en el mundo. Porque sabemos que ahora podrás disfrutar el paisaje guerrillero que es el paisaje de las montañas de Colombia.

No podrán silenciarte

En la entrevista con las compañeras Renata y Carolina, del semanario VOZ, vemos tu rostro nuevamente y nos da una gran alegría reconocer tu palabra, la que han querido acallar con tu detención y con tu posterior extradición. No pudieron desconocerte o callarte con el vil encarcelamiento en esos catorce años.

El trabajo de nosotras, las mujeres colombianas, es el desmonte del tratado de extradición que el Estado colombiano mantiene con los EE.UU. Tu condición de mujer ha sido violentada de la manera más cruel, y tú, como madre e hija, lo sabes hacer muy bien.

Como dices en la entrevista con VOZ, eres testimonio vivo del incumplimiento y de la laxitud de parte del Gobierno colombiano con los Acuerdos de Paz de La Habana. Argumentas que fuiste sorprendida con tu libertad en medio de muchos cambios. De cambios, en su mayoría positivos para el movimiento revolucionario.

Cuentas, con nostalgia y emoción, que la FARC como partido político está buscando un verdadero cambio social, como siempre fue la política de las FARC, “un cambio para el país, con el fin de que todos y todas podamos vivir mejor, en igualdad de condiciones, y ahora que las FARC han dejado las armas, es algo sorprendente porque de repente me arrestan, me llevan a los EE.UU. y cuando regreso me encuentro con esto”.

Compromiso por las y los prisioneros políticos

Así mismo, manifiestas que llegar a la libertad, salir del monte con un fusil y regresar a la sede del partido FARC, fue algo muy sorprendente para tí y para el movimiento, que fue algo que no te esperabas, pero que siempre habías soñado, “porque las FARC desde un comienzo habían advertido que la mejor vía para la paz es el diálogo y no la lucha armada, entonces, llego en ese marco en que se dio el proceso de paz y se entregaron las armas y me parece algo muy bonito, que no me esperaba y la idea es seguir luchando por los mismos ideales y principios que tuvieron las FARC desde su fundación”.

Y finalmente, manifiestas tu compromiso y tu lucha solidaria por la libertad de las y los prisioneros políticos del país. Entonces, compañera Sonia, tus palabras robadas, tu prestigio de ser humana, tu compromiso político, lo reivindicaremos las mujeres en nuestra lucha por la libertad de los detenidos y detenidas políticas, recordándole a nuestro pueblo que nosotras somos luchadoras cada día, que nosotras somos también luchadoras por la paz y la justicia social con el compromiso de no repetición. Dices en la entrevista, Sonia: “no hay nada imposible”, ¡viva la revolución!

¡La Revolución será feminista o no será!