¿Suicidio o feminicidio?

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Luis Andrés Torres Rodríguez al lado de Gladys Rodríguez Cañón.

Gladys Rodríguez Cañón era propietaria y rectora del Liceo Pedagógico de Cundinamarca. La noticia de su muerte llegó casi a todos los rincones del país debido a los hechos trágicos que rodearon la historia. Su hijo exige a la justicia que su muerte se tipifique como feminicidio y no como suicidio

Renata Cabrales
@renatarelata

Todo sucedió el 10 de octubre de 2018 en la ciudad de Santa Marta, mientras Gladys se encontraba de paseo con su exesposo. La mujer de 53 años cayó del piso número 17 del edificio Wind, ubicado en Playa Salguero, en el sector de El Rodadero, sur de Santa Marta, Luis Andrés Torres Rodríguez, hijo mayor de la víctima pide que se esclarezcan los hechos pues duda que su muerte se trate de un suicidio y exige a la justicia que se tipifique como feminicidio.

En conversación con VOZ, Luis Andrés no solo habla de los hechos que rodean la trágica historia de su madre, sino de sus nuevos planes de abrir una fundación cuyo objetivo es exigir a la justicia y al Ministerio de Educación que se cumpla la ley de feminicidio y que las instituciones sean capacitadas en género, para que así lleguen a ser más responsables a la hora de atender denuncias sobre violencia machista.

“Hay una ley de feminicidio, la 1761 o Ley Rosa Elvira Cely, decretada el 6 de Julio del 2015 y aún vemos muchas inconsistencias, no todos los casos se esclarecen, y en el caso de mi madre me pregunto por qué hay que tipificarlo como suicidio si no se está llevando a cabo un proceso investigativo que realmente confirme que sea así.”

Todo indica que no fue suicidio

En cuanto a los hechos que rodean la muerte de la mujer, nada se ha confirmado. Según Luis Andrés, su madre no se suicidó porque ella nunca fue depresiva y todo lo contrario, a pesar de llevar un año separada y de haber padecido un acto de infidelidad por parte de Jorge Pulido su exesposo, estaba muy tranquila:

“Su situación financiera estaba en el mejor momento. Esta es una de las razones por las que creo que no se suicidó, pues hay mucho dinero de por medio, en su caso”, advierte Luis Andrés, y resalta: “La última vez que la vi con vida fue el 30 de agosto del año pasado, en esos días vi una mujer diferente, empoderada, feliz, segura, tenía proyectos de vida, incluso íbamos a abrir una sede de nuestra editorial en Argentina”.

Según las primeras indagaciones de las autoridades competentes, la mujer se lanzó del balcón del apartamento después de haber discutido con su exesposo debido al tema de la infidelidad y al parecer, bajo efectos del alcohol.

Nada coincide

Sin embargo, al escuchar las declaraciones de Jorge Pulido, Luis Andrés descubre que hay muchas inconsistencias. Incluso, según un físico que colaboró en la investigación del caso, el relato de los hechos no concuerda con la forma en que la mujer cayó al vacío. Estas y muchas cosas más hacen pensar a Torres que su mamá no se suicidó y que ha sido víctima de un feminicidio: “Hay relatos que no concuerdan, porque eso ocurrió pasada la media noche, pero él nos avisa a las 6:00 de la mañana. Yo creo entonces, que él algo le hizo, ella no tomaba y él la manipulaba”.

El 11 de octubre de 2018 se puso la denuncia en la Fiscalía N° 24 (URI); luego, el 26 de diciembre pasó a la Fiscalía N° 30 de Unidad de Vida de Santa Marta, donde un fiscal investigó los hechos como un presunto homicidio, pero Torres y los otros familiares insisten en que el caso se investigue como feminicidio.

Ha pasado un poco más de un año y el proceso para aclarar la muerte de  Gladys Rodríguez se encuentra estancado en medio de cientos de casos que hay en la Fiscalía. Nada que avanza y Luis Andrés Torres no piensa descansar hasta que no sea tipificado como feminicidio.

Por una justicia con enfoque de género

“Actualmente, y bajo mi liderazgo, estamos creando una fundación sin ánimo de lucro, que tiene que ver con el tema de violencia de género, maltrato intrafamiliar, feminicidios, obviamente con enfoque de género. Sabemos que una de las grandes apuestas, por ejemplo con la ley 1761 o Ley Rosa Elvira Cely, del 2015, después de seis meses decretada es que las instituciones educativas deben generar, a través de sus proyectos pedagógicos trasversales o sus PPT, planes orientados con enfoque de género; cosa que realmente, no se hace”, afirma Torres, con respecto a sus planes de reivindicación de su madre, como víctima de presunto feminicidio.

Así las cosas, uno de los objetivos de la fundación es trabajar con instituciones educativas, para que de la mano de estas y de las familias se busque eliminar prejuicios y estructuras patriarcales, en donde lo común es violentar a la mujer por su condición de mujer. Lamentablemente, según el hijo de la víctima, no hay una justicia preparada, no existe una justicia capacitada, pues aún cuando las mujeres denuncian en los centros regulatorios de la justicia tienen que llegar golpeadas, con signos de violencia donde se les revictimiza.

Existe, evidentemente, una cultura patriarcal dentro del sistema de justicia que hace que haya un sesgo, por más que esté la ley, por más que existan protocolos y por más que existan rutas de atención.

“Esto es importante decirlo, mi lucha y mi honor en homenaje a mi mamá no es solo por esclarecer su posible asesinato, esto no solamente queda así, esto ya no es un proceso privado sino que se convirtió en una lucha pública. Por eso creo que tenemos que asociarnos y agruparnos, para exigirle al Estado y a los entes reguladores de la justicia que hagan valer nuestros derechos, que investiguen y capaciten a la policía y al Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía, CTI con un enfoque de género”, resalta el joven, con esperanza de que algún día haya verdadera justicia para su madre y todas las mujeres víctimas de este sistema judicial machista.