Tercerización, enfermedades, accidentes y muertes

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Mina de carbón a cielo abierto explotada por Drummond.

Drummond en Colombia

Según los trabajadores, desde que la trasnacional hace presencia en Colombia, van 29 muertos producto de accidentes de trabajo. Hay un creciente número de enfermedades laborales

Redacción Laboral

Hace dos semanas, Funtra­miexco, la federación que agremia a sindicatos de trabajadores de la industria minera, energética, química y metalúrgica en Colombia, emitió un comunicado en el que lamentaba y denunciaba la muerte de otro trabajador en la mina de la trasnacional Drummond.

El obrero Libardo Socha, murió al quedar aprisionado por una puerta eléctrica, cuando se encontraba en una bodega de almacenamiento de materiales. Se desempeñaba en el cargo de supervisor de construcción en la mina Pribbenow, en el departamento del Cesar.

“Con este accidente van más de 29 muertos en esta empresa, tanto en mina como en puerto, muertes que están en completa impunidad, con la complicidad del Estado y entes de control, que a la vez son subordinados del capital trasnacional y por lo tanto, no ejercen control alguno sobre las medidas de seguridad de alto riesgo sobre las minas de cielo abierto y socavón. Una vez más, queda demostrado que el capital es inhumano, no tiene corazón, no tiene sentimientos, no tiene amigos, solo tiene intereses. Es decir, la insaciable acumulación de riquezas y en esa lógica no le importan los muertos, los heridos, los enfermos, ni los trabajadores en general y el Estado capitalista también representa esos intereses”, expresó con indignación y dolor la Federación.

Los sindicatos dijeron que respaldan las acciones de los trabajadores, quienes han estado protestando por estos hechos, e hicieron un llamado a la unificación en torno a las organizaciones sindicales y populares clasistas.

De la misma manera, condenaron al Estado a quien calificaron de indolente frente a la tragedia. Expresaron que las malas condiciones en seguridad laboral no solamente han dejado esa cantidad de muertos, sino cientos de obreros con enfermedades de diferentes patologías, que ya se acercan a mil, sin contar los que han muerto producto de estas, quienes dejan huérfanos y viudas.

“Exigimos del Gobierno colombiano que, en vez de arrodillarse a los pies del gran capital, ejerza el control para que otros trabajadores y colombianos, no sean víctimas de la inseguridad laboral y se aplique la humanización del trabajo. Igualmente solicitamos la valiosa solidaridad nacional e internacional, para poner freno a esta cadena de muertes y catástrofe de enfermedades de los trabajadores en los frentes de trabajo, y particularmente en las minas de explotación de las riquezas naturales”, dice Funtramiexco.

Rampante tercerización

Las organizaciones sindicales afiliadas a la Federación, como Sintramienergética y Sintraime, también resaltan la problemática de la tercerización, y la identifican como una práctica que le permite a los empresarios, nacionales o extranjeros, acrecentar la explotación laboral.

Explican que las empresas en contubernio con el Estado colombiano, se han inventado múltiples maniobras para acentuar sin consideración alguna, la explotación de sus trabajadores, minimizar las organizaciones sindicales obreras y de paso acabar con la contratación y la negociación colectiva.

“La llamada tercerización no es otra cosa que la intermediación laboral, que se han inventado los patronos y que la utilizan de la siguiente manera: Donde quiera que se abre una empresa o un frente de trabajo, que se tenga que utilizar trabajadores para el desarrollo de dicha actividad, y en el sector minero en particular que se inicia con la exploración y posteriormente la explotación de determinada riqueza minero-energética, estas empresas entran utilizando más de 50% de trabajadores tercerizados, con la intermediación laboral de empresas contratistas o en misión. En estos contratos se somete a los trabajadores a los más pírricos salarios y en una franca desigualdad con el contrato directo de la empresa titular del contrato de exploración y explotación”.

El negocio es rentable para los patronos y desventajoso y desigual para los trabajadores. Pero también con este sistema las empresas y en particular las trasnacionales, logran impedir el derecho de asociación laboral y la negociación colectiva, chantajeando con los despidos tanto a los de contrato directo, como a los subcontratistas.

A los tercerizados, no se les aplica las convenciones colectivas de las empresas contratantes, es decir, que las trasnacionales utilizan diferentes métodos de explotación, unos con contrato directo, a quienes se les aplica las convenciones colectivas: y otros que son las tercerizadas a los que no se les aplica estos derechos convenciones.

Al examinar cuidadosamente se puede colegir que por lo regular aquellas empresas tercerizadoras son de propiedad de las empresas titulares y solo son un disfraz para poder contratar de esa manera.

Los sindicatos señalan a dos empresas que utilizan la tercerización para ejercer persecución antisindical: las empresas Agropolis Ltda. y Dimantec–Gecolsa, en el Atlántico. Pero también señalan a la Sociedad Minera de Santander S.A.S., “Minesa”, donde los trabajadores organizados presentaron un pliego de peticiones, que la empresa se niega a resolver.

En consecuencia, Funtramiexco hizo un llamado a las empresas que pretenden hacer la explotación en regiones como Santurbán, a que se sienten con sus representantes, los de Sintramienergética, y la comunidad, para buscarle solución a lo que puede ser en el futuro un conflicto de incalculables consecuencias, y para que se den soluciones a los pliegos de peticiones de la comunidad y los trabajadores, pero donde existan tercerizados pasen a contrato directo con la empresa matriz.