El trabajo comercial en el proceso de circulación del capital

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Alberto Maldonado Copello

En el primer tomo de El Capital, Marx se concentra en el proceso inmediato de producción y en el trabajo que se dedica a la elaboración de las mercancías. Hasta ese momento de la exposición, Marx ha examinado el valor de una mercancía que está conformado por el valor del capital constante invertido (tanto el desgaste del capital fijo –máquinas, edificios, etc.-, las materias primas), como por el valor añadido por el trabajo que se divide en el capital variable y en la plusvalía. Pero para producir es necesario realizar una fase de compras (adquirir las máquinas e instrumentos, las materias primas, la fuerza de trabajo, etc.) y otra fase de ventas (llevar las mercancías al mercado para convertirlas en dinero). En estas dos fases es necesario contar también con una fuerza de trabajo y destinar un tiempo a estos procesos. Marx examina esto en la primera sección del tomo II y especialmente en el capítulo sexto sobre los gastos de circulación.

Marx señala que los gastos de circulación son de diversa naturaleza: operaciones de compra y venta, almacenamiento y empaque, contabilidad, administración del dinero, pagaduría, etc. Además, es necesario transportar las mercancías hasta el sitio de venta donde pueden adquirirlas los consumidores, ya sean productivos o consumidores finales para su subsistencia. Las actividades que solo sirven para cambiar de forma, de mercancía a dinero y de dinero a mercancía, son actividades necesarias pero improductivas dado que no añaden nada al producto o servicio. Por el contrario, actividades como el transporte, el almacenamiento, el empaque no añaden a la característica física del producto pero si contribuyen a su conservación y mantenimiento y permiten que se supere la distancia física; por esta razón, añaden valor a la mercancía y por tanto también plusvalor. En cierto sentido, son actividades productivas que se prolongan en el proceso de circulación.

Las actividades de cambio de forma en la circulación no añaden valor pero son necesarias para que se cumpla todo el proceso de movimiento del capital; si las mercancías no se venden no se realiza el valor y no se cumple con el propósito de la producción capitalista. Pero en este caso, se trata entonces de gastos adicionales que son una deducción de la plusvalía generada. El capitalista debe destinar un capital a la etapa productiva pero también otro capital para comprar fuerza de trabajo y medios de producción para la circulación, con lo cual aumenta el capital desembolsado pero no la plusvalía obtenida.

Sobre los trabajadores comerciales

El trabajo comercial hace parte de la división del trabajo en la sociedad capitalista y es un trabajo necesario aunque improductivo, desde la perspectiva de generación de valor y plusvalor. Con el desarrollo de la producción mercantil y del capitalismo este trabajo deja de ser la actividad accesoria de muchos para convertirse en la operación exclusiva de unos cuantos. La especialización de unos trabajadores comerciales puede servir para acortar el tiempo de compra y venta de muchos productores, por lo cual se parece a una máquina que sirve para reducir un gasto inútil de fuerzas de trabajo, ayudando a dejarlas libres para emplearlas en procesos inmediatos de producción.

El trabajo comercial es realizado por trabajadores comerciales, personas que venden su fuerza de trabajo y viven del comercio como otros viven de hilar o de construir casas y tienen que trabajar lo mismo que cualquiera, cumplir un horario y unas actividades determinadas bajo la dirección y control del capitalista. Desde la perspectiva del trabajador comercial asalariado puede ocurrir que sea un obrero mejor pagado pero por bien que se le pague trabajará necesariamente una parte de su tiempo gratis. Desde la perspectiva social el trabajo comercial es un desperdicio de una fuerza de trabajo durante un tiempo diario determinado, fuerza de trabajo que no puede emplearse en rendir trabajo productivo. Desde la perspectiva del capitalista cualquier reducción de los salarios de los trabajadores comerciales es una ganancia en el sentido de que le reduce los costos.

Este análisis de Marx es muy importante para comprender las características del trabajo asalariado. En la sociedad capitalista es necesario tanto el trabajo productivo como el trabajo de la circulación y desde la perspectiva de la producción global se trata de la división del trabajo entre diferentes categorías de trabajadores. Puede ocurrir que los trabajadores del comercio o de los bancos obtengan niveles de ingreso superiores a los trabajadores productivos y que subjetivamente se sientan por encima o superiores a los trabajadores productivos, pero desde una perspectiva objetiva son también trabajadores que viven de su salario. Son categorías especiales del proletariado, que en su conjunto contribuyen a la producción y realización de la plusvalía. No la producen directamente, pero sin su trabajo no podría obtenerse y además, desde la óptica del capitalista individual realizan una actividad que le permite a este apropiarse de una parte, más o menos grande de la plusvalía.

De otra parte, el trabajo de comercio puede realizarse bajo formas de contratación y de pago diferentes a la forma del trabajo asalariado; los trabajadores de comercio pueden recibir una comisión por las ventas, lo que les puede permitir obtener ingresos superiores a los trabajadores productivos. Igualmente, en la división del trabajo algunos capitalistas se especializan en la fase comercial, realizando la actividad de venta y transformación en dinero de la mercancía para muchos capitalistas al tiempo, pero esta especialización no cambia la naturaleza de la función, que sigue siendo improductiva. El capitalista dedicado al comercio destina un capital propio a la función y permite por tanto que el capitalista productivo reduzca el capital requerido. Igualmente, la función comercial puede ser realizada por empresas no capitalistas o trabajadores por cuenta propia.

Por tanto, el proletariado está conformado no solamente por los trabajadores asalariados que elaboran mercancías (objetos o servicios útiles para el consumo) sino también por los trabajadores asalariados que realizan funciones necesarias dentro del proceso de circulación, ya sea en cuanto al comercio, contabilidad y almacenamiento, como en cuanto a la administración del dinero y el crédito en sus distintas funciones.