Triple tragedia en La Guajira: con hambre, sin agua y con EPS

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Barrio Villa Fátima en Riohacha, La Guajira. Foto @cosmecastell

La pandemia del Covid-19 profundizó la crisis social en uno de los departamentos más desiguales del país

Redacción Política

La Guajira es el territorio con mayor vulnerabilidad para la expansión del covid-19. Además de la hambruna, la desnutrición infantil, la falta de agua potable y el ineficiente sistema sanitario por el abandono de los gobiernos tanto locales como a nivel nacional, se suma el rol de las EPS para el manejo, contención y prevención de la pandemia. Una combinación fatal que le ha costado la vida a más de 100 personas en el territorio.

El diagnóstico general es que al departamento lo han saqueado. Es el fortín electoral del partido Cambio Radical en asocio con la mafia; el narcotráfico es influyente, las castas políticas, sin importar quién gana las elecciones manejan el presupuesto público a su antojo. Antes de la pandemia, la situación de corrupción ha hecho que la conducción administrativa del territorio esté en manos interinas, debido a que los elegidos resultan vinculados en procesos penales, que van desde contratación indebida, hasta homicidio y tráfico de drogas.

Grave situación de salud pública

Las consecuencias de las mafias en el poder se reflejan, por ejemplo, en la grave situación de la red hospitalaria pública, sus problemas estructurales, la falta de insumos médicos y camas para atención de enfermos, pocas Unidades de Cuidado Intensivo, deudas con el cuerpo médico o ausencia de prevención en salud. Agregado a ello, el departamento no tiene agua potable para atender a sus comunidades.

Las autoridades locales y departamentales reconocen que no tienen cómo sobrellevar la crisis. En la audiencia pública convocada por la senadora Aída Avella a propósito de las cifras de contagio y muerte por covid-19, la ciudadanía reclamó al Gobierno nacional por su preocupante desatención al departamento en medio de la pandemia.

“Desde el Gobierno nacional nos prometieron 83 UCI, hasta ahora han llegado 20. Maicao es el municipio de mayor riesgo, allí está el 60% de los contagiados por el virus. Requerimos que cumplan con las UCI, con un indispensable entrenamiento de los profesionales y equipos de protección”, señaló el Gobernador Nemesio Roys Garzón.

Lo mismo sucede en la capital. “Se pide mantener el apoyo para adelantar las pruebas de covid, es urgente tener el laboratorio que las procesa, necesitamos ampliar la capacidad de camas, tenemos dificultades en la toma de muestras y las EPS y las autoridades estamos demorando hasta los 20 días. Es imposible planear con resultados de hace 20 días”, dijo José Ramiro Bermúdez, burgomaestre de Riohacha.

El problema con las EPS

Otro de los problemas que tiene el departamento es con las EPS designadas por el Gobierno Duque para la toma de muestras y la entrega de resultados. La directriz de la administración nacional de dejar en manos de las EPS el manejo de las pruebas por covid-19, la asignación de camas y UCI, así como el plan de aislamiento de los pacientes positivos para la enfermedad, ha sido insuficiente y ha contribuido con el incremento de fallecidos que registra La Guajira.

El alcalde de Maicao Mohamad Dasuki, señaló que administra el municipio con más contagios. El burgomaestre reclamó a las EPS la falta de trabajo coordinado con las demás autoridades en salud.

“Hoy las EPS no cruzan información a la Secretaria de Salud, no sabemos cuántas pruebas hacen al día, nosotros queremos que pongan en cintura a la EPS para que se articule con nosotros como Alcaldía. Necesitamos tecnología, redes WiFi, conectividad. Necesitamos que las comunidades de la zona rural tengan capacidad de recibir información inmediata sobre el virus, sobre los planes de contención y nos puedan avisar novedades. Necesitamos al menos una ambulancia para el municipio”, indicó con preocupación Dasuki.

Alerta naranja

El médico Juan Carlos Freyle, vocero de la Federación Médica Colombiana en el departamento, indicó la necesidad de fortalecer la red pública sanitaria en toda La Guajira. Precisó la necesidad de un banco de sangre y un suficiente número de profesionales preparados para el manejo de las UCI. Para el galeno, los turnos de sus colegas “no dan abasto, ante tanto trabajo, no tienen descansos suficientes, hoy trabajan más de 8 horas”.

El personal médico del departamento ya se declara en alerta naranja. Jhoana Valdeble, médica neurocirujana formada en Cuba, señaló el desabastecimiento de medicamentos para los procedimientos médicos, pero también la falta de un banco de sangre: La médica, que trabaja para el Hospital de Riohacha, declaró que “ya hay intensivistas que se contagiaron por la enfermedad. A los compañeros les toca meter el pecho no solo para el manejo del covid sino para los demás, por ejemplo, el manejo de maternidad; en La Guajira la mortalidad por embarazos con riesgo es alta”.

Valdeble confirma que muchos de sus compañeros internistas han tenido que aislarse por prevención, reduciendo el personal médico disponible.

El concejal de la Unión Patriótica en Maicao, José Luki Celedón, manifestó que las ayudas anunciadas por el Gobierno nacional no han llegado a las comunidades que hoy están muy necesitadas.

“No es un secreto que en Maicao llega el agua cada ocho días, y no sabemos con qué frecuencia llega el recurso a las comunidades en tiempos de pandemia, podemos estar asistiendo a un exterminio de las comunidades indígenas. La ayuda humanitaria mas grande es el agua potable, es el eje fundamental para producir alimentos, contrarrestar el coronavirus y la sobrevivencia de los pueblos”, agregó el concejal.

Intervención traumática

El representante de la veeduría ciudadana ‘Guajira Transparente’, José Illidge, indicó que no hay infraestructura médica suficiente y que no se han generado cambios radicales para atender la pandemia. “Se han denunciado las anomalías ante las entidades pertinentes, pero no se ha hecho mucho. No tenemos agua, el programa ‘La Guajira Azul’ no está dando resultados. Hemos propuesto plantas desalinizadoras, para ir solucionando poco a poco las condiciones de los pobladores. Lo grave es que las autoridades han hecho una intervención a los hospitales cuyo resultado fue además de traumática poco eficiente”, advirtió.

Por su parte la profesora Ruth Mariela Vargas, señala que en los colegios no hay agua potable ni para hacer limpieza. Además, afirma que persisten las dificultades de comunicación entre los docentes y las familias, pues dada la crítica situación económica, estas “han tenido que empeñar sus modestos celulares para comer, así que los docentes no tenemos como comunicarnos con los alumnos ni con sus familias”.

Aída Avella se reclama senadora del departamento y ha reiterado su respaldo a las comunidades que ruegan por agua y salud: “La gente de La Guajira no puede sentirse sola, para nosotros, la bancada de oposición, este es un departamento al que le daremos toda la ayuda posible para sacar a la región del olvido y el abandono. Queremos que al menos en la próxima reunión analicemos que la solución del banco de sangre se concrete, así como la llegada de médicos”.

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