Arranca el Plan Nacional Integral de Sustitución en Nariño
Verónica Luna – Agencia Prensa Rural
Después de más de un mes de manifestaciones y paro, las comunidades cocaleras de Tumaco (Nariño), que hacen parte de la Coordinadora de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana (Coccam), avanzan en la negociación con el Gobierno nacional y acuerdan el desbloqueo parcial y paulatino de la vía al mar durante Semana Santa y la participación de las comunidades en el Plan Nacional Integral de Sustitución (PNIS).
En Colombia, el cultivo de la hoja de coca, la marihuana y la amapola es una alternativa de vida obligada para el campesinado. La falta de oportunidades y derechos sociales en el campo, así como la poca atención estatal a la economía campesina, son las principales causas para que cerca de 140 mil familias dependan de estos cultivos.
Según un reporte presentado en 2015 por el Observatorio de Drogas en Colombia, “el 42% del área sembrada con coca se encuentra en diez municipios de seis departamentos del país: Tumaco, Puerto Asís, Tibú, El Tambo, Valle del Guamuez, Miraflores, Orito, Puerto Rico, El Retorno y San José del Guaviare”, indicando que las acciones del Estado no modifican las condiciones de los territorios y las vulnerabilidades persisten.
En Tumaco, por ejemplo, el cultivo de coca provee sustento a cientos de familias, por lo que la erradicación forzada no es una solución. Por esto, la comunidad de Nariño conformó su propio capítulo de la Coccam, con el objetivo de hacerse partícipes del piloto para la sustitución gradual y concertada, enmarcada en el punto 4 de los acuerdos de paz entre las FARC-EP y el Gobierno nacional.
Al inicio del año, las comunidades cocaleras de Nariño acordaron con el Gobierno su participación en el PNIS. Pero el Gobierno incumplió, retomando la erradicación forzada en varias veredas y corregimientos de Tumaco, por lo que a partir del 21 de febrero, miles de cultivadores y trabajadores de estos cultivos iniciaron protestas en todo el municipio.
Los 15 consejos comunitarios de Tumaco participaron de las manifestaciones. Las comunidades calculan la participación de al menos 15 mil personas que se sumaron de manera intermitente a la jornada y, a partir del 4 de marzo, bloquearon definitivamente los kilómetros 26 al 90 de la vía al mar, contando con la participación directa de las veredas Guayacana, Llorente, Caunapi, Vaquerío, La Estrella y Candelilla.
Como es costumbre, la respuesta del Gobierno ante sus propios incumplimientos es el uso desmedido de la fuerza. La Policía se excede con golpes y agresiones, además del uso de armas de fuego contra las comunidades campesinas que se manifiestan en contra de la erradicación forzada y exigen participar en el diseño, ejecución, seguimiento y evaluación de los planes integrales de desarrollo y programas de sustitución y recuperación ambiental de las áreas afectadas por dichos cultivos, planteando una solución que garantice estabilidad económica a las familias campesinas, para luego iniciar con la erradicación voluntaria, pero de manera concertada.
Finalmente, y después de una intensa jornada de negociación, el Gobierno nacional se comprometió una vez más con las comunidades declaradas en asamblea permanente, a suspender la erradicación forzada y liberar a los campesinos detenidos durante la jornada de protestas. Por su parte, las comunidades se comprometieron a despejar la vía al mar y fortalecer la ruta para la implementación del PNIS.