Ante la violencia que se presenta en el país contra firmantes de la paz y líderes sociales, Mauricio Jaramillo asegura: “Nos tenemos que juntar para acabar con este tipo de gobierno, ir por un mismo camino, y darnos la posibilidad de parar esta crisis de derechos humanos”
Carolina Tejada
@carolltejada
Jaime Alberto Parra, más conocido como Mauricio Jaramillo, o el “médico”, fue desde muy joven integrante de la organización guerrillera que firmó el acuerdo de paz, para la terminación del conflicto armado en Colombia en La Habana. Fue uno de los primeros hombres en llegar a la mesa para incorporarse al equipo de los diálogos con el gobierno nacional, haciendo parte del secretariado de la organización armada. En este momento, Jaramillo, es integrante del partido político Comunes e integrante del Consejo Político Nacional de esta colectividad. Y el pasado jueves, su esquema de seguridad, quien realizaba una avanzada para luego recibirlo en Popayán, recibieron un atentado.
Incumplimiento de los acuerdos
La avanzada de seguridad de Mauricio Jaramillo, pretendía adelantar su trabajo, tal cual como lo hace cada esquema de seguridad adscrito a la Unidad Nacional de Protección, que consiste en llegar al lugar de la reunión o al espacio al que va a llegar el protegido para inspeccionar los niveles de seguridad. Los muchachos, asegura Jaramillo, avanzaron hacía el lugar y entrando a Popayán, “llegó una moto, se les atravesó y comenzó a echar tiros”.
Según la denuncia interpuesta en la Sijin, por el esquema de seguridad que recibió el atentado, los hechos ocurrieron en el sector conocido como Guadalejo en inmediaciones de la ciudad de Popayán aproximadamente a las 15:30 horas. La moto en la que se disponían los dos atacantes con arma corta, estaba sin placas. Los escoltas, salieron ilesos porque también respondieron a la amenaza disparando sus armar cortas que ocasionaron los impactos en el parabrisas, los dos motorizados impactaron, según el relato de los escoltas, en las bombillas y en el capó de la camioneta del esquema.
Hay que recordar, que desde el 2016, año en el que las otrora Farc-Ep y el gobierno nacional firmaron el acuerdo de paz, hasta la fecha, han sido asesinadas 283 personas firmantes del acuerdo y en proceso de reincorporación. Situación que lamenta Jaramillo, y además asegura: “Esta es una situación muy crítica, pero no solo para nosotros, sino para mucha gente en Colombia, para quienes adelantan la lucha por los derechos humanos, quienes dirigen las organizaciones sociales, y quienes dirigen una lucha para que Colombia esté mejor”.
Para Jaramillo, esta agudización del conflicto en las regiones del país, la persecución y amenazas a los sectores comprometidos con la paz, obedece a la época preelectoral y las actuaciones que la extrema derecha viene emprendiendo desde ya, con la violencia y los hechos de corrupción como se ha visto en los últimos meses en los que, altos funcionarios del gobierno de Iván Duque, se han visto inmersos. El líder de Comunes, expresa: “de cualquier manera pretenden ganar las elecciones que vienen” y, en el marco de esta época pre electoral “es muy complicado el tema de seguridad en el país. Hay una gran cantidad de personas que se oponen al acuerdo de paz y lo que se derivó de él”.
Carlos Ruiz Massieu, quien es el jefe de la Misión de la ONU en Colombia, tan pronto conoció los hechos, rechazó el atentado y desde su cuenta en twitter expreso que “cualquier acto de violencia contra los firmantes del #AcuerdoDePaz es un obstáculo para la consolidación de la paz”. Así mismo lo reflexionaron varias personas desde la academia, embajadas y quienes lideran los espacios de oposición en el congreso.

Agenda de exigencia de garantías
La crisis humanitaria en el sur del país y particularmente en el Cauca, siguiendo el análisis de Jaramillo, es una de las más agudas del país. De hecho, la visita de Mauricio Jaramillo al Cauca correspondía precisamente a una agenda de trabajo que pretendía abordar las demandas de seguridad para los y las firmantes de la paz en esta parte del país. Para este objetivo estaba contemplada una mesa tripartita de seguridad con presencia de autoridades del orden regional y nacional, la delegación de excombatientes y con el acompañamiento de la delegación de Naciones Unidas. Situación que deja una gran preocupación, pues el atentado se da al esquema de quien estaría participando en dicho espacio a nombre de la dirección nacional de Comunes.
“Cuando lo quieran matar a uno lo matan en este país” comenta Jaramillo, haciendo alusión a los hechos y afirmando que “este momento para el país es bastante crítico. Porque el gobierno no ha cumplido con los acuerdos. Gran cantidad de cosas que tenían que hacer, pues no las han cumplido. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con las mesas de seguridad, las de derechos humanos, y el sistema integral, todo lo han desfinanciado. Y, en ese mismo sentido la seguridad del partido y de todos los firmantes, desde el gobierno central, va de capa caída” y eso corresponde, según afirma, a la intención desde el inicio “de hacer trizar el acuerdo de paz” desde la extrema derecha de este país.
La agenda de Jaramillo, también estaba mediada por la jornada de Refugio Humanitario en el Cauca, iniciativa que se constituye dado a las 99 vidas apagadas en el marco del pos acuerdo, y “50 familias que han quedado con el dolor de perder a sus familiares cuando soñaban que la paz les iba a poder permitir garantizar su reencuentro en familia”, afirmaría Pastor Alape en una rueda de prensa. Esta actividad que irá hasta el 24 de agosto, tiene la misión de presionar al gobierno nacional por mayores garantías para la vida bajo la consigna “SOS por la vida”.
Hay que parar la crisis
Bajo la preocupación de dicha situación, la misma Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, por medio de un comunicado, afirmó que, ante los constantes hechos de violencia en el departamento del Cauca “la JEP realizará audiencia en Popayán ante la grave situación que enfrentan los firmantes del Acuerdo de Paz. Será el 24 de agosto y hace parte del seguimiento a medidas cautelares adoptadas para garantizar la vida y seguridad de los exFarc y el derecho de las víctimas a la verdad”.
La JEP, asegura que su intención es mejorar el funcionamiento de los programas en materia de seguridad para que se articulen interinstitucionalmente la instancias, “es un deber de la JEP trabajar por prevenir y evitar daños irreparables al cumplimiento de los objetivos del Sistema Integral para la Paz. Cada vez que se silencia a los comparecientes se vulneran sus derechos y los de sus familias, pero también se priva a los colombianos de la verdad y de una fuente de reparación”.
Mauricio Jaramillo, en medio del presente panorama, comenta: “yo creo que en este momento Colombia está en una situación distinta y la lucha que debemos dar de aquí en adelante debe ser más potente, y nos tenemos que comprometer, como país, a que estos gobiernos pasen y que lleguemos a un momento dado en que Colombia sea diferente. Nos tenemos que juntar para acabar con este tipo de gobierno, ir por un mismo camino, y darnos la posibilidad de parar esta crisis de derechos humanos como la que tenemos”.