Desde el 17 de agosto y hasta el 4 de septiembre Tunja vivirá la décimo sexta edición del Festival de las Artes, un evento realizado por la Corporación Casa de la Cultura Popular cuyos retos son visibilizar las áreas artísticas y fortalecer la cultura boyacense
Violeta Forero
@Violeta_Forero
El mundo de la cultura ha sido uno de los más golpeados por la emergencia sanitaria del covid-19, sin embargo, esto ahora no es impedimento para retomar las iniciativas culturales a lo largo y ancho del país. Como Boyacá no es la excepción, se realizará una nueva versión del Festival de las Artes que tendrá lugar principalmente en la Plaza de Bolívar ubicada en la ciudad de Tunja.
Esta nueva versión del festival tiene como objetivo principal posicionar el evento tras más de un año en pandemia, trabajar con la comunidad y visibilizar distintas áreas artísticas que en el departamento han quedado un poco olvidadas como la poesía, los juegos tradicionales, la música, el cine, las artes plásticas y la danza.
Festival poliforme
Alexandra Arias es una joven mujer tunjana que ha ido a la mayoría de las versiones del Festival, por ende, ha visto su evolución. “El Festival cada vez está más organizado, más politizado, no es un evento que se hace porque sí, se nota que tiene un propósito y me gustaría que eso se explotara mucho más”, comenta.
El carácter político del evento se rescata anualmente y el evento poliforme logra adaptarse a la realidad coyuntural por la que el país esté pasando mientras este es realizado. Es importante mencionar también el carácter de género que se le ha otorgado al Festival gracias a su organización donde se destaca el nombre de Winston Porras, director del evento, pues la equidad, la igualdad y el feminismo son temas que no se han dejado de lado, sino al contrario, cada día crecen más.
“Una de las cosas que a mí más me gusta del Festival es que la gente encuentra varios escenarios, no solo hablo de las distintas artes, sino que el evento como tal tiene muchos puntos en Tunja, entonces por ejemplo hay pintura en una vereda, títeres en un barrio o bailes en la Plaza de Bolívar. Es un Festival que logra descentralizarse, no se hace sólo en la plaza central, como todos, sino que busca a la gente y creo que esa es una de las cosas más valiosas”, agrega Alexandra.
Trabajo con la comunidad
El evento gratuito, como es tradición, traerá diferentes sorpresas como la Villa del Blues, espacio abierto que se lleva haciendo hace más de 10 años. “Al comienzo hicimos el contacto con las personas que estaban haciendo la Villa del Blues y les dijimos que si querían participar. Aceptaron y llevamos una década logrando que hagan parte del Festival”, dice con una sonrisa pícara Olga Gutiérrez o simplemente Olguita, como todo el mundo la conoce, parte importante en la organización del evento.
Uno de los puntos clave para poder realizar el festival año tras año ha sido el trabajo articulado con la comunidad. Es claro que en pandemia el Festival deberá vivir cambios y tendrá ciertas restricciones, por ejemplo, ‘El carnaval de juegos tradicionales’, que será el domingo 29 de agosto, no se realizará en las veredas aledañas, como es acostumbrado, sino que se llevará a cabo en un barrio periférico de la ciudad con la coordinación de la Junta de Acción Comunal.
“Este es un evento familiar que no tiene límites de edad donde se rescatan los juegos tradicionales que se han perdido por generaciones, es un espacio perfecto para que la niñez se divierta y aprenda, además también intervienen adultos mayores, quienes, a partir de la tradición oral por medio de adivinanzas, retahílas y juegos de palabras, van rescatando nuestras costumbres”, asegura Olguita. “Es un espacio para pasarla chévere en familia, va a haber trompo, yo-yo, pirinola, golosa, etc.”, agrega la organizadora.
Caricatura en vivo
La Plaza de Bolívar de la capital boyacense acogerá a personas como Adriana Mosquera ‘Nani’, Arlés Herrera ‘Calarcá’ y Luis Eduardo León, caricaturistas que tendrán la oportunidad de ir a pintar en vivo y en directo a quienes asistan al evento en el marco del espacio “Caricatura en Vivo”.
Es importante mencionar que este evento es completamente gratuito, sin embargo, por las restricciones sanitarias, únicamente se permitirá el 50% del aforo en las distintas muestras que se realizarán en espacios cerrados. “Uno de los retos que tenemos es que por la pandemia hemos tenido que hacer poca difusión, sin embargo, por la importancia del evento, no hemos pensado en cancelarlo, creo que es un gran paso para empezar a vivir la nueva normalidad. Vamos a tener todas las medidas de protección y tenemos personas que se van a encargar de estar mirando que el distanciamiento social, el uso del tapabocas correctamente y la desinfección constante se cumpla”.
La percepción del público
Lo cierto es que, para la comunidad tunjana, el Festival de las Artes se ha convertido en un espacio importante, pues no solamente es el festival como tal, sino su amplio contenido político, social y de género. Alexandra le cuenta al periódico que, en 2016, mientras la firma del Acuerdo de Paz era el tema principal de la agenda setting, el evento se centró en la importancia del cese bilateral al fuego en Colombia.
Es importante también mencionar la amplia participación de la juventud como espectadora y como realizadora. El Festival es hecho, pensado, sentido y entendido para personas jóvenes que quieran asistir y que crean en la cultura como una forma de entender el mundo y de solucionar los pequeños detalles que rodean la sociedad. Sin embargo, como anteriormente se mencionó, el programa está pensado para que todas las personas puedan asistir.
Tunja, cantera emancipadora
Tunja es una ciudad cuyas subidas y bajadas recuerdan la importancia histórica que tiene el territorio. Tomar una fotografía en la capital boyacense es como pintar un lienzo con muchas horas de dedicación. La sensación de frío nublada por un sol “quemador” explica los cachetes colorados de las personas que viven allí. Su carácter histórico-político ha hecho que Tunja sea la ciudad perfecta para hacer un Festival de las Artes, pues logra acercar a personas rurales y urbanas y decantarlas en un punto colombiano geoestratégico.
La Independencia es un tema que no se puede quedar atrás si de Boyacá se habla, pues a pocos kilómetros de la famosa Plaza de Bolívar que ha sido tan nombrada en este artículo, se gestó la independencia, aquella famosa batalla en el puente donde Bolívar y Santander pelearon a muerte para sacar la monarquía de la Nueva Granada.
Romper esquemas
La participación del público ha incentivado que las personas que están tras la organización del evento creen talleres para complementar las actividades que tiene el Festival. “En 2018 la música que escogieron fue la salsa, había músicos en diferentes puntos de la ciudad y en las veredas y talleres de salsa. Le estaban enseñando a bailar salsa a las personas boyacenses, fue algo que rompió con los esquemas”, dice Alexandra mientras se le escapa una pequeña sonrisa de los labios.
“Esta ciudad es arraigada a sus principios y a su historia, está muy orgullosa de ser tan importante para Colombia. Sabemos de nuestra historia y siempre pensamos en cómo replicarla para que llegue al resto del país. De acá de Boyacá han salido deportistas, pintores, bailarinas, tenistas, patinadoras; somos un pueblo determinante si de cultura colombiana se trata”, concluye Alexandra.