
Juan Carlos Hurtado Fonseca
@Aurelianolatino
“La CUT se encuentra estática, paquidérmica, sin liderazgo para avanzar en la unidad obrero – campesina y frenar las medidas que se vienen por parte del señor Duque”, es la lectura que hace el dirigente obrero del sector de los cementeros Omar Romero, quien es candidato al ejecutivo de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, en las elecciones que se realizarán el 21 de septiembre próximo.
Omar Romero también es abogado laboralista, perteneciente al sector sindical clasista y siempre ha sido un duro crítico de las acciones de la central. Quiere estar en la dirección porque además de que allí no hay representación del sector de los obreros cementeros, de la construcción y del sector industrial, ante los desafíos presentados por el gobierno de Iván Duque considera que debe haber procesos de integración para que la central renazca con la movilización como su arma fundamental: “Los obreros deben ser los llamados a generar procesos de unidad que conlleven a cambios sociales, políticos y económicos”, expresa.
Es un convencido de que la CUT debe jugársela más de frente por la búsqueda del estatuto del trabajo que está plasmado desde 1991 con la Constitución. “De igual manera, hay que enfrentarnos a las reformas que se vienen como la tributaria, la laboral, la pensional, defender los Acuerdos de La Habana como prioritario y apoyar y defender los diálogos con el ELN.”
No es la primera vez que Omar está en un proceso eleccionario de la principal central sindical del país. En las elecciones a ejecutivo en el año 2013, participó y dice haber sido víctima de un fraude producto de malos manejos, donde varios dirigentes se oponían a que él llegara a esa dirección: “Dizque porque yo iba a descabezar políticamente a la central. Era gente que ya había cumplido su ciclo y que estaba acomodada a los lineamientos internacionales de la Confederación Sindical Internacional, y si uno buscaba cambios iba a ser una piedra en el zapato. Por eso hicieron trampas, marrullas, desaparecieron votos para que yo no llegara”.
Para el dirigente cementero el cambio que necesita la CUT es radical ya que “actualmente hay sectores del paramilitarismo enquistados ahí; gente que le hace el juego al Gobierno cuando este quiere aplicar medidas, le ayudan quedándose quietos porque no les interesa lo que le pueda pasar al pueblo”.
Asimismo, cree que el movimiento sindical debe ser clave para presentar candidatos políticos alternativos en las elecciones a las diferentes corporaciones regionales y locales.