Juan Carlos Hurtado Fonseca
@Aurelianolatino
De esta manera amaneció hoy el bloque de rectoría de la Universidad del Tolima, en Ibagué, en la que con pintas se hacen graves acusaciones y cuestionamientos al rector Omar Albeiro Mejía Patiño, quien está en el cargo hace dos años.
La Universidad del Tolima, como todas las instituciones públicas de educación, es víctima de las políticas estatales de desfinanciación y a la fecha su déficit para culminar el año 2018, es de 11 mil millones de pesos.
Es de recordar que el rector Omar Mejía fue uno de los firmantes del acuerdo que se dio entre rectores y el presidente Iván Duque, hace varias semanas, en el Ministerio de Educación, acto con el cual se pretendió inmovilizar al estudiantado y al profesorado organizado en la Asociación Sindical de Profesores Universitarios, ASPU, quienes aún pelean por presupuesto digno para las 32 universidades públicas y las 28 instituciones de educación superior.
Aunque estudiantes y profesores rechazaron el acuerdo porque apenas cubre el 10% de lo exigido para todas las universidades, que tienen un déficit de 18 billones de pesos, el directivo de la Tolima argumentó que si este se cumple por parte del presidente Duque, la institución que dirige obtendría 56 mil millones de pesos adicionales, durante los próximos cuatros años.
Nombramiento ilegal
A la problemática de esta institución se suma que el pasado 31 de octubre, el Tribunal Administrativo del Tolima suspendió provisionalmente el acuerdo del Consejo Superior de la Universidad, con el cual se había nombrado en propiedad al rector. La decisión se tomó luego de analizar las evidencias presentadas por un profesor, en las que se comprobó que el Consejo Superior violó las normas del Estatuto de la Universidad. Fue así como el nombramiento del rector se dio en una sesión extraordinaria del Consejo Superior, con un número de votos inferior al exigido por la norma, entre otras irregularidades. La Universidad dijo que apelará la decisión porque hay mucha desinformación respecto al tema.
Omar Mejía cuenta con el apoyo del gobernador del Tolima, Óscar Barreto, y de la seccional de ASPU; este último, hecho muy cuestionado por profesores y estudiantes (como lo muestra la imagen), pues según trabajadores, la dirección de esa organización sindical ha sido acomodada en cargos directivos de la universidad, y aunque han renunciado a la dirigencia sindical, continúan en la organización apoyando decisiones de la rectoría.
Actualmente, estudiantes y profesores continúan en asamblea permanente, lo que impide el normal desarrollo de las actividades académicas. Discuten, informan, se preparan para una nueva movilización el jueves 8 de noviembre y están a la espera de las negociaciones de profesores y estudiantes con el Gobierno nacional.