Visita a los enfermos de la Chevrolet

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Integrantes de la MCHR con los trabajadores enfermos de Colmotores.

Una comisión de una organización de derechos humanos, de Estados Unidos, se encuentra en Bogotá para conocer de primera mano la situación de cientos de enfermos y despedidos de esta empresa norteamericana en Colombia

Juan Carlos Hurtado Fonseca
@Aurelianolatino 

La semana pasada, una comisión de la organización estadounidense Michigan Coalition for Human Right, MCHR, visitó en Bogotá a la familia de un trabajador despedido de la General Motors Colmotores, quien tiene un hijo con una grave enfermedad y a quien la nueva situación económica le hace más difícil enfrentar los padecimientos.

El hecho se dio en el contexto de un trabajo realizado por esta organización para dar a conocer en su país una problemática de abusos laborales que lleva más de 10 años y que se evidenció cuando desde agosto de 2011 un grupo de trabajadores enfermos y despedidos de la empresa ensambladora de automóviles Chevrolet, GM Colmotores, vive en una carpa que instaló frente a la embajada de Estados Unidos en Colombia, para protestar por los más de 400 despedidos que van desde el año 2003.

Chevrolet es una empresa estadounidense que por la crisis fue rescatada por el gobierno norteamericano quien le inyectó recursos y se convirtió en un gran accionista. Por esto, la protesta es frente a la embajada.

El reclamo de los trabajadores, para lo cual fundaron la Asociación de Trabajadores Enfermos de Colmotores, Asotrecol, es que no podían sacarlos de la empresa por haber adquirido enfermedades profesionales.

Según, Jorge Alberto Parra, quien ha permanecido en la carpa por casi siete años: “Los despedidos sufrían hernias discales, túnel del carpo, cáncer de piel y tendinitis en hombros y codos, entre otras enfermedades producto de sus trabajos. Por estos casos hay muchas demandas. Actualmente se adelantan más de 300 procesos contra la compañía, que buscan el reconocimiento de las enfermedades como de tipo profesional, los reintegros a sus actividades conforme a la ley o las respectivas indemnizaciones”.

Pero para desgracia de estos trabajadores, la gran mayoría de quienes demandaron perdieron: “Los mismos abogados fueron manipulados y comprados a favor de la empresa. Asimismo, nos ha pasado con jueces”, comentó Jorge Alberto quien también es representante legal de Asotrecol.

Nuevos despidos

En 2017 la empresa despidió a 34 trabajadores, aunque mediante tutela se logró el reintegro de 24 de ellos, 12 de carácter definitivo y 12, transitorio. Sin embargo, antes de cumplir el tiempo estipulado fueron nuevamente despedidos.

Ante el hecho se interpuso una acción de tutela y un juez determinó que sí era un desacato y devolvió el caso al primer juez quien ratificó, multó a la empresa y condenó a tres días de arresto al presidente de la compañía Pavlou París.

“La firma apeló y utilizando todos sus medios logró que magistrados del Tribunal Superior de Bogotá tumbaran los fallos de los dos jueces anteriores. Ahora los trabajadores han pedido a la Corte Constitucional que revise el proceso y los fallos”, explica el dirigente de Asotrecol.

Los anteriores y muchas otras irregularidades son los que la comisión norteamericana ha estado investigando para adelantar acciones de solidaridad y denuncia. Leila Hamdan, integrante de MCHR, le dijo a VOZ: “Creo que en Estados Unidos falta mucha información y educación, sobre todo en los trabajadores, sobre lo que pasa aquí. Allí no saben de estos abusos. Por eso es importante nuestro trabajo, sobre todo porque nosotros somos de Detroit que es donde está la casa de General Motors.”

Según la líder social, con la información recopilada harán artículos periodísticos que publicarán en prensa y difundirán por otras vías, con el objetivo de que el problema sea conocido. Además, quieren exigir a la administración de la empresa en ese país que pongan atención a la problemática colombiana y que dé soluciones.

Pero también pueden hacer llegar la información a instituciones del Estado norteamericano, más si se tiene en cuenta que la administración Obama firmó con Colombia un pacto por el respeto de los derechos laborales, en el contexto de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio, acuerdo en el que sobran ejemplos de incumplimientos por parte del Estado y muchas empresas colombianas.