Volver a hablar de paz en Puerto Boyacá

0
23070
La población del puerto nunca perdió su vocación de paz, a pesar de la ocupación paramilitar.

Lenin Patiño Gutiérrez

El 31 de julio de 2017 de 8 a.m. a 12 m. en el municipio de Puerto Boyacá, Boyacá en el Magdalena Medio colombiano se llevó a cabo el foro educativo nacional “Educación para la Paz: Escuelas Comunidades y Territorios”. Este evento contó con la participación de sociedad civil, profesores, estudiantes y padres de familia, e invitados especiales del municipio, organizados en una mesa técnica de jurados que finalmente elegían las mejores ponencias y experiencias educativas que se supone se deben presentar en un espacio más amplio territorial según lo establecido por el Ministerio de Educación.

La metodología del foro consistió en que los profesores líderes de los grupos donde dictan sus clases, exponían sus ponencias en el patio central de la institución, con participación de estudiantes de primaria y bachillerato junto a la proyección de experiencias educativas de paz en el aula. Los ejes temáticos que se trataron fueron: 1. Currículos en educación para la paz en la escuela. 2. escuelas y territorios: la proyección comunitaria como escenario de una educación para la paz.

Espacios por la paz

Este evento académico se llevó a cabo en la Institución Educativa San Pedro Claver, del Municipio de Puerto Boyacá, colegio público que le apostó a esta convocatoria del Ministerio de Educación, la cual propone que se realicen estos espacios académicos por la paz y a la reconstrucción del tejido social.

Es importante y relevante que en un pueblo como este en el que hace años no se podía hablar de política, ni se permitía hablar de escenarios de participación, se lleven a cabo estos escenarios. En aquel tiempo era prohibido pensar distinto, ahora al parecer es un municipio receptivo con la tolerancia y el respeto a las libertades de opinión; es un lugar rico por su cultura y saberes ancestrales, caracterizado  por su diversidad en animales y plantas, clima cálido, sus paisajes y aves, rodeado del Río Magdalena y sus riquezas, por su gente, productos minerales, petróleo y caracterizado a nivel nacional por su conflicto armado que tuvo que vivir en carne propia en décadas pasadas y a pesar de todas estas riquezas, le ha sido difícil salir adelante con necesidades básicas de sus habitantes, está empobrecido y lleno de desempleo, con una increíble desigualdad social, recibos públicos costosos, descentralización de la responsabilidad de contratación, aumento de contratistas, mano de obra foránea en proyectos de la región, agua no potable, etc.

Tal vez ésta sea la protagonista de tan sufrida historia que hace un tiempo dio origen a grupos armados, siguen existiendo brechas enormes entre los pocos que tienen mucho y los muchos que no tiene nada. Se habla en el foro que se debe reconocer la historia pero pareciese que estuviésemos condenados a repetirla, ya que si no tomamos un papel positivo en los alcances de los acuerdos de La Habana y estos logros hacia el perdón y la reconciliación pasan por alto, por ello se debe permitir brindarnos la oportunidad de perseguir aquella tan anhelada paz que se pide y exclama a gritos por todos los colombianos. Será que estamos dispuestos a alcanzar este objetivo realmente? ¿Verdaderamente estamos construyendo la tan añorada paz? ¿Qué necesitamos aportar en la construcción de país en un lugar que fue históricamente golpeado por la violencia y que hasta ahora empieza a respirar otro ambiente? Esas fueron reflexiones finales que se lograron recoger.

Se habló que la cultura de paz también es empleo, es salud, es vivienda, un real progreso y el Estado debe garantizarlo para vivir en armonía y tranquilos.

Iniciativas buenas

Estas iniciativas son buenas y se deben repetir más, en especial en estos lugares donde la gente sufrió y vivió el horror de la guerra, ojalá ya no tenga que repetir estos hechos tan vergonzosos que generaron atraso en una comunidad que lleva bajo sus espaldas el peso de la historia, como si fuesen pecadores, por el hecho de haber vivido en estos municipios de conflicto, el hecho histórico que los condena y señala, estigmatizándolos y no teniendo más opción que salir a buscar otros rumbos.

Algunos jóvenes se les escucha decir que se avergüenzan y podría ocasionales problemas ser de Puerto Boyacá generándoles una zozobra por tener cédula o haber nacido en el municipio; porque saben de la estigmatización que esto les genera. Por otro lado, la gente opinó en el foro que las regalías y el empleo que ha generado la industria petrolera no se reflejan en progreso y desarrollo, el impacto podría ser mejor por sus riquezas agrícolas, ganaderas y del petróleo, pero no le sirvió de nada la explotación de este recurso minero energético y aún se ve la difícil situación de algunos habitantes con respecto a satisfacer sus necesidades básicas por falta de empleo, ausencia de apoyo y generación de empresa local.

Esto conlleva a que la gente migre a otros lugares y más aún con el despido masivos de trabajadores de la industria petrolera y de la ruta del sol, consorcio que construía la vía doble calzada y que tenía contratados varios habitantes, muchos padres de familia han retirado los hijos de los colegios porque han migrado y algunos señalan que hace tiempo viven sin emplearse.

Foro Municipal Permanente

Dentro de las ponencias que se presentaron en el foro, se propone la creación de un mecanismo municipal permanente por la paz y el progreso.

Algunos invitados especiales en la mesa de jurados compartían la idea de que un municipio tan golpeado por la violencia paramilitar debería pensar en trabajar más en la reconciliación y el perdón, en la reconstrucción del tejido social, ya que se ve abandonado por falta de oportunidades por el Estado y en la demora y voluntad política en la aplicación de la agenda de la paz. Se debería propender por organizar un equipo de personas capaces de liderar un movimiento cívico amplio para exigir al gobierno nacional la aplicación de los acuerdos de La Habana y exigir a los gobernantes y a las autoridades locales que se inmiscuyan en el tema de vital importancia para la humanidad. El equipo de personas, puede estar constituido por padres de familia, estudiantes, profesores, comerciantes, intelectuales, reinsertados, desplazados, víctimas y todos aquellos que quieran participar en la construcción de sociedad para que exista un cambio real, poder comprender que todos somos iguales y que merecemos vivir en paz.