¿Vuelve la violencia a «La Pacho»?

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Daños a la Plaza Che de la Universidad Francisco de Paula Santander.

Durante los últimos días, la Universidad Francisco de Paula Santander, de la ciudad de Cúcuta, ha estado envuelta en una gran tensión política, con motivo de las elecciones a la rectoría, que se realizarán el próximo mes de junio.

El día jueves 3 de mayo sin existir candidatos oficiales inscritos, las campañas comenzaron a moverse al interior de la universidad. Una de ellas, la de Héctor Parra, ubicó pendones de cuatro metros en diferentes edificios del alma mater sin que públicamente pudiese empezar su campaña, hecho que fue rechazado por la comunidad estudiantil, quienes procedieron a retirar los pendones de los edificios, al constatar con el actual rector que era ilegal que en la universidad hubieran pancartas alusivas a cualquier campaña.

Pero los hechos que calentaron mucho más el ambiente ocurrieron en la madrugada del viernes 4 de mayo en la “Plaza Ché” de la universidad, la cual amaneció con sus murales pintados con aerosol, dañando las imágenes que recientemente habían sido restauradas por estudiantes de la “Pacho”. La plaza para los estudiantes representa lo que ha sido el centro del pensamiento crítico; es un escenario cultural donde se realizan diversas actividades y convergen diferentes expresiones ideológicas, políticas, estudiantiles y culturales.

Según denuncian los propios estudiantes, los actos vandálicos fueron perpetrados por personas pertenecientes a la campaña de Héctor Parra, quien ya fue rector por más de 15 años y cuya administración estuvo atravesada por el asesinato de estudiantes, la corrupción y el clientelismo. Hoy pretende ser nuevamente el rector de la universidad y todo parece indicar que su campaña se llevará a cabo a través de la violencia, el miedo y la persecución al pensamiento crítico y sus opositores.

Según César Arias, integrante de la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios, “que hayan rayado la plaza es un claro mensaje de que hay una parte de la universidad que es muy reaccionaria, que no quiere que otras expresiones y pensamientos estén en la universidad y que niegan aquellas libertades que el movimiento estudiantil se ha ganado con la lucha a través de los años.”

Algunas preguntas que surgen de estos hechos son: ¿dónde estaban los funcionarios de la empresa que presta los servicios de vigilancia a la universidad, que no actuaron para evitar la violencia y el vandalismo contra la plaza? ¿La actual administración permitió estos actos? ¿Por qué la universidad no se ha pronunciado sobre el inicio ilegal de la campaña de Parra y sobre los daños causados a la plaza presuntamente por sus seguidores? ¿Vuelve la violencia a ‘la Pacho’?

El tiempo del miedo, de las amenazas y la violencia debe quedar atrás. La Pacho debe esforzarse por formar en el pensamiento crítico, en la universalidad del pensamiento, en la fuerza de las ideas y de los argumentos, en el intercambio de saberes y la transformación de la sociedad, y esto parte por el rechazo a este tipo de hechos que empañan la diversidad y pluralidad que debe caracterizar a una universidad pública.