Zarpazo

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Jaime Cedano Roldán
@Cedano85

En reciente encuentro de la militancia del PCC y la JUCO en España, coincidíamos en que como comunistas, fervientes internacionalistas y consecuentes patriotas, no compartíamos los nacionalismos y que no estábamos por más fronteras, cuando Europa sangra por donde quiera que ha construido nuevos muros, vallas y alambradas, para detener a sangre y fuego a masas hambrientas y desesperadas de hombres y mujeres que huyen de las guerras y el terror, buscando una segunda oportunidad sobre la tierra.

Y señalábamos en aquella reunión, que otra era nuestra posición en los procesos independentistas de carácter anticolonial, como en el caso de Puerto Rico, o en las luchas por la segunda independencia, económica, política, militar y cultural, que libran los pueblos de América Latina contra el imperialismo norteamericano, o la que deben levantar los pueblos de Europa contra las políticas de sometimiento, precariedad y guerras que impulsan la UE y la OTAN.

Veíamos como en Cataluña el movimiento secesionista era capitaneado por la misma oligarquía que ha contribuido a sostener al bipartidismo neoliberal y ha compartido el recetario de recortes y austericidios. Pero coincidíamos, sin ambages, en la solidaridad con el derecho a votar y a decidir. Y lo que considerábamos más importante: ver claramente en Cataluña la explosión de un amplio y fuerte movimiento ciudadano donde crece la hegemonía del ideario republicano, la ruptura con el régimen del 78 y la lucha contra los recortes y las desigualdades. Y a este movimiento transformador, rupturista, es al que realmente le temen el Partido Popular, la derecha del PSOE, los empresarios y los terratenientes y que sacó a Felipe sexto de la monotonía de su placentera y regalada vida, para pronunciar el más torpe de sus discursos. Pero para la derecha muy necesario.

Ahora todos ellos han caído sobre Cataluña. Le han propiciado un zarpazo tremendo, que legalmente deberá ser ratificado por el normalmente inservible Senado, controlado con mayoría absoluta por el PP. No es un golpe contra el independentismo. Lo es contra la democracia y las libertades. Un golpe liderado por el partido menos votado por los catalanes, quien entraría a gobernar desde Madrid. El partido que en sedes judiciales es calificado como una organización criminal, da un golpe de estado en nombre de las leyes, con el apoyo del menoscabado partido socialista.

El día viernes vencen los plazos para encontrar una salida negociada. Parece improbable por las bilaterales terquedades y los puentes que se van quemando.

Pendientes quedamos.